El presidente sudanés Omar al-Bashir llegó a la capital de Libia este sábado en su primera visita desde la caída de Muamar Gadafi, en un intento por restaurar las relaciones amargadas en los últimos años del dictador libio.
Fuentes aeroportuarias informaron que Al-Bashir arribó este sábado a Trípoli con una comitiva conformada por funcionarios de alto rango para una visita de dos días.
Las autoridades en Jartum habían acusado a Gadafi -quien fue asesinado en octubre- de apoyar a rebeldes sudaneses en la región occidental de Darfur. A cambio, al-Bashir manifestó abiertamente su apoyo a los rebeldes libios en el levantamiento de 2011 y los ayudó con armas y dinero.
Irónicamente, el presidente sudanés, al igual que Gadafi, es requerido por el Tribunal Penal Internacional por crímenes contra la humanidad por su participación en la planeación de una sangrienta represión contra los rebeldes de Darfur.
