Gran Bretaña retiró ayer a todos sus funcionarios diplomáticos de Irán y ordenó que todos los diplomáticos iraníes sean expulsados de suelo británico antes de 48 horas (desde ayer), después de que turbas atacaron la embajada y un complejo residencial del país europeo en Teherán.El secretario del Exterior británico, William Hague, anunció ante la Cámara de los Comunes que Gran Bretaña y sus aliados evaluarán otras medidas durante una reunión de la Unión Europea prevista hoy.
Por su parte, Francia convocó a su embajador en Teherán para consultas, informó el ministerio del Exterior.
París tomó la medida “ante esta violación flagrante e inaceptable de la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas y la gravedad de la violencia”, informó el ministerio en un comunicado, horas después que el presidente Nicolás Sarkozy dijo que la comunidad internacional debería imponer “sanciones pesadas” a Teherán, tales como un embargo petrolero o congelamiento de activos iraníes.
Las turbas saquearon el martes las oficinas de la embajada y un complejo residencial para diplomáticos británicos en Teherán, acusando a Gran Bretaña de apoyar que se endurezcan las sanciones contra Irán por su programa nuclear.
Los manifestantes superaron a los policías antimotines y arriaron la bandera británica, quemaron un vehículo y arrojaron documentos por las ventanas, en escenas que recuerdan el ataque a la embajada estadounidense en 1979.
Hague dijo que el todo personal diplomático fue retirado de Irán por su seguridad después de la violencia. Consideró que sería “fantasioso” creer que los ataques se realizaron sin el apoyo del régimen de Irán.
