Condenado por la justicia francesa a cadena perpetua en 1997 por matar a dos policías y a un informante en París el 27 de junio de 1975, “Carlos el chacal”, volverá a sentarse en el banquillo a sus 62 años a partir de las 10:00 (hora local) acusado de complicidad en asesinato y destrucción de propiedad mediante explosivos.
El tribunal especial francés que sesionará hasta el 16 de diciembre presidido por el juez Olivier Laurent lo juzgará por dirigir o participar en esos cuatro “actos de terrorismo”, según la instrucción del juez Jean Louis Bruguière.
El 29 de marzo de 1982, una bomba colocada en una maleta estallaba en un vagón del tren “Le Capitole” que iba de París a Toulouse, provocando cinco muertos y 28 heridos.
Y un coche bomba estallaba en la calle Marbeuf de París frente a las oficinas de la revista en lengua árabe Al Watan Al Arabi, causando un muerto y 60 heridos.
Ese mismo día, el suizo Bruno Breguet y la alemana Magdalena Kopp, compañera de “Carlos”, eran juzgados y condenados en París. Según la acusación, la campaña de atentados pretendía su liberación.
El 31 de diciembre de 1983, otra bomba explotaba en un vagón del tren de alta velocidad que iba de Marsella a París, causando tres muertos y 13 heridos.
Minutos más tarde, otro estallido destrozaba la sala de consignas de la estación de trenes “Saint Charles” de Marsella (sur), con saldo de dos muertos y 34 heridos.
“Carlos”, nacido en Caracas el 12 de octubre de 1949, joven militante del Partido Comunista de Venezuela y autoproclamado “revolucionario profesional”, se integró a principios de los 70 al Frente para la Liberación de Palestina (FPLP, de George Habache), en nombre del cual dirigió espectaculares operaciones armadas en Europa y contra intereses franceses.
Tras los atentados en Francia, se refugió en Damasco y en los 90 se trasladó a Sudán, donde en 1994 fue detenido por agentes franceses.
Sus abogados, Isabelle Coutant Peyre y Francis Vuillemin, afirman que sigue sin encontrarse la carta de reivindicación de los ataques, que se obviaron numerosas pistas y que los archivos del ex bloque soviético que permitieron confirmar la preparación de la campaña de atentados carecen de credibilidad.
Una veintena de testigos, entre éstos familiares, expertos y también ex compañeros de ruta como Hans Joachim Klein y Magdalena Kopp comparecerán ante el tribunal que también juzgará --en ausencia-- a los alemanes Johannes Weinrich, Christa Margot Frohlich y al palestino Alí Kamal Al Issawi.
“Carlos”, que cumplió recientemente diez días de huelga de hambre en protesta por su traslado a una celda de aislamiento por hablar a la prensa antes del juicio, podría ser condenado a una segunda cadena perpetua.
