Rupert Murdoch y su hijo tuvieron que someterse este martes al interrogatorio de una comisión parlamentaria en torno al papel de ambos en el escándalo por espionaje telefónico que ha cimbrado a Gran Bretaña.
De aspecto frágil y aire confundido, Rupert Murdoch, de 80 años, al principio parecía arrepentido: azotó sus manos contra la mesa y dijo que el día era el más humillante de su vida. Sin embargo, se le vio cada vez más frustrado cuando los legisladores de la comisión lo abrumaron con preguntas, y con frecuencia recurrió a su hijo James para que éste diera las respuestas.
Durante la intensa sesión de preguntas y respuestas con los legisladores, Murdoch dijo que se sentía “indignado, consternado y avergonzado” por las escuchas telefónicas al teléfono celular de una colegiala asesinada que efectuó el tabloide News of the World, el cual fue cerrado y era de su propiedad.
El magnate afirmó que él no tenía pruebas de que las víctimas de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 hubieran sido blanco de alguno de sus diarios, ni las familias de estas personas.
Murdoch también aseguró a la comisión que no creía que el FBI haya recopilado algunas pruebas de que se hubiera hecho espionaje telefónico a víctimas del 11 de septiembre en una pesquisa emprendida en fecha reciente.
James Murdoch ofreció sus disculpas por las escuchas telefónicas y aseguró a los legisladores que “este tipo de acciones son incompatibles con las normas a las que aspira nuestra compañía”.
Los Murdoch fueron interrogados por los legisladores en antelación a la comparecencia de la ex jefa de la división de diarios del magnate en Gran Bretaña, Rebekah Brooks.
Murdoch hijo dijo que la compañía actuó de una manera rápida y transparente hasta donde le fue posible. Sin embargo, Murdoch padre reconoció que no emprendió una investigación cuando Brooks dijo hace años al Parlamento que el tabloide sensacionalista News of the World había pagado a policías a cambio de información.
A la pregunta de los legisladores de por qué no se efectuó la investigación, Rupert Murdoch respondió que “yo no estaba al tanto de ello”.
Hombre intenta atacarlo en audiencia
Un manifestante se lanzó sobre Rupert Murdoch mientras el magnate de los medios respondía preguntas de los legisladores, provocando una trifulca que obligó a suspender la audiencia.
El individuo pareció salir detrás de Murdoch y entonces fue golpeado por Wendi Deng, que se puso de pie para defender a su esposo.
Los policías en la parte trasera de la sala tenían detenido a un hombre, aparentemente esposado y con espuma blanca cubriéndole el rostro y la camisa. Parecía que la espuma también había salpicado a Murdoch.
El magnate se refirió al interrogatorio en el Parlamento como “el día más humillante de mi carrera”.
Sin embargo, Murdoch se rehusó a asumir la responsabilidad personal de la crisis derivada de un tabloide de su propiedad y que cimbró a los niveles más altos de la policía y la política en Gran Bretaña.
