Después de sus gestiones en Trípoli, los mediadores viajarán a Bengasi, el bastión de la rebelión libia, para tratar de convencer a la oposición de deponer las armas.
La empresa se anticipa delicada dado que los jefes de la rebelión rechazaron de antemano toda idea de alto el fuego si Gadafi o uno de sus hijos siguen en el poder. La delegación africana tiene planeado proponer además un “periodo transitorio” para la adopción de reformas políticas con vistas a eliminar las “causas de la crisis actual”, según un comunicado de los mandatarios.
En el campo de batalla, los bombardeos se reanudaron en la mañana de ayer, por segundo día consecutivo, en torno de la ciudad de Ajdabiya (este), con las fuerzas leales al oeste y los rebeldes al este.
Al menos 12 personas perdieron la vida el fin de semana durante los enfrentamientos entre los insurgentes libios y las fuerzas de Gadafi dentro y alrededor de la ciudad de Ajdabiya, indicaron fuentes médicas.
El comité de la UA reafirmó el sábado en Nuakchot los objetivos de su misión: “cese inmediato de todas las hostilidades”, envío de ayuda humanitaria y apertura de un diálogo entre el régimen y la insurrección.
Aceptan “hoja de ruta”
El poder del coronel libio Muamar Gadafi aceptó la "hoja de ruta" propuesta por la Unión Africana (UA) para encontrar una salida pacífica al conflicto en Libia, declaró el presidente sudafricano Jacob Zuma.
"La delegación de Gadafi aceptó la hoja de ruta propuesta por la UA", dijo el presidente en una breve declaración a los periodistas en Trípoli.
"La solución propuesta será detallada en un comunicado", agregó, sin precisar cuando se hará público.
Zuma explicó que otros "compromisos" lo obligaban a salir de Libia desde ayer por la noche.
