Todo un señor de la salsa romántica. Sus canciones tienen el sello palpable de quien transmite un mensaje con el corazón al descubierto y dispuesto a convertir sus alegrías o tristezas en momentos mágicos que transportan a la fuente de la vida, el amor.
¿Qué amante en el mundo no ha tarareado en algún instante las canciones de Mickey Taveras? Me gustas, cuando el amor se acaba, a pesar del tiempo, mi historia entre tus dedos son una descarga electrizante que envuelve a quien las escucha hasta hacerle aflorar los sentimientos de la manera más vívida.
Para Taveras la música lo es todo, le reveló desde niño su destino en el mundo.
Su camino hacia la gloria empezó cuando tenía siete años, inspirado por las rancheras de Pedrito Fernández. Animado por su deseo de llevar la música a todos los rincones del mundo exploró en varios géneros, incluso el rock, hasta llegar un buen día a la orquesta de Wilfrido Vargas donde su voz fue una revelación para el público en canciones como Bachata Merengue, 13 años y atrevida, que ganaron galardones en su natal República Dominicana.
En 1996 vendría un reconocimiento impactante. Con el tema Me Gustas, ganó el Festival de la canción de Viña del Mar, en Chile, un escenario que siempre ha augurado éxitos para los artistas que logran conquistar allí el público. Paradojicamente, Taveras, luego de este hecho, nunca ha sido invitado a cantar en tierras chilenas.
Taveras lleva 4 años viviendo en Colombia. Bogotá es su actual residencia, desde donde organiza conciertos y presentaciones privadas. Vivir en Cartagena de Indias es un sueño por cumplir, como buen dominicano ama el mar y en esta ciudad podría despertar cada mañana disfrutando de el.
Para Taveras, un músico puede compararse con un misionero al que se le ha encomendado la tarea de llevar amor y alegría al mundo entero.
