João Pimenta da Silva, de 71 años, murió al caer en un pozo de 40 metros que él mismo excavó bajo su cocina en busca de un tesoro que había soñado encontrar. Obsesionado con la idea de oro enterrado, pasó más de un año cavando, llegando a pagar a personas para que le ayudaran. Su empeño se intensificó después de recibir un mensaje en un sueño de un “espíritu” que le indicaba la presencia del tesoro debajo de una roca en su propiedad. Estadounidense deambula por las calles de Cartagena: estuvo preso en su país
A pesar de los riesgos advertidos por vecinos y amigos, João continuó la excavación, incluso considerando el uso de dinamita para extraer una gran piedra. La tragedia ocurrió el 5 de enero, cuando perdió el equilibrio y cayó, sufriendo graves lesiones. Aunque los bomberos fueron alertados, no pudieron salvarlo. La historia ha conmocionado a la comunidad local, destacando la inusual perfección del túnel excavado por João y su trágico desenlace.