Como si fuera una escena de Triangle of Sadness, el Ultimate World Cruise de Royal Caribbean, que zarpó de Miami el 10 de diciembre, se ha convertido en un épico relato de desastres a lo largo de los mares.
Vendido con una duración de 9 meses a precios astronómicos de entre 60,000 y 118,000 dólares por persona, este crucero ha dejado a su paso una estela de caos que ha mantenido a la audiencia de redes sociales pegada a sus pantallas. Tragedia: actor de ‘Indiana Jones’ muere en accidente junto a sus dos hijas
Bajo el hashtag #UltimateWorldCruise, varios usuarios han compilado una lista asombrosa de incidentes que van desde símbolos de piñas en puertas, aparentemente marcando encuentros swingers, hasta una despensa de vino completamente agotada. Además, el crucero ha sido testigo de inundaciones, brotes de COVID, y tensiones matrimoniales a raíz de los pequeños espacios que se habitúan, hechos que amenazan con desmoronar la ilusión del viaje idílico.
Esta historia marítima es todo un drama de alta mar, donde cada día parece traer consigo un nuevo capítulo de desastres que desafía la percepción tradicional de los cruceros y los acerca más a la realidad