Colombia se prepara para celebrar elecciones locales y regionales este domingo en un contexto inusual y preocupante marcado por un aumento significativo de la violencia electoral, a pesar de los ceses al fuego y la supuesta voluntad de negociación de dos grupos armados en el país. Lea: Matan a joven, de 20 años, delante de su mujer: le dan tres balazos
Según el último informe de la Defensoría del Pueblo, en lo que va del año se han registrado 377 acciones violentas por parte de grupos armados. Además, se estima que 113 municipios se encuentran en riesgo extremo y 286 en riesgo muy alto.
La Fundación Paz y Reconciliación (Pares) ha catalogado la situación como “desalentadora” al documentar 219 víctimas de violencia electoral desde octubre de 2022 hasta agosto de este año, incluyendo 34 asesinatos y 31 atentados contra candidatos.
Estos actos de violencia afectan a candidatos de diversos partidos y regiones del país, como el caso del líder indígena José Eduardo Timaná y Leandro Sánchez, ambos asesinados en el ejercicio de su candidatura.
Tanto Pares como la Defensoría del Pueblo han destacado un preocupante aumento de la violencia en los últimos meses, lo que ha generado un clima de miedo e inseguridad en torno a las elecciones.
La violencia en las elecciones locales es históricamente mayor que en las nacionales, ya que es más sencillo para grupos armados o la mafia influir en los resultados a nivel municipal. La operación política del país se juega en gran parte en estas elecciones, lo que la convierte en un blanco importante para aquellos que buscan mantener su control territorial y social.
A pesar de los ceses al fuego acordados por el Gobierno con varios grupos armados, incluyendo el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Estado Mayor Central (EMC), la violencia electoral no ha disminuido significativamente.
El panorama de incertidumbre y miedo que rodea estas elecciones regionales plantea un desafío importante para la democracia colombiana. La protección de los candidatos y la prevención de acciones violentas deberían ser responsabilidad del Ministerio de Interior, pero la falta de coordinación efectiva entre las entidades gubernamentales y la falta de mecanismos de respuesta rápida para la protección plantean un desafío significativo para el proceso electoral.Lea: Solo el 9 % de candidatos han rendido cuentas: Transparencia por Colombia
A medida que Colombia enfrenta esta problemática, las organizaciones y expertos subrayan la necesidad de fortalecer la democracia local y tomar medidas efectivas para evitar que la violencia electoral siga afectando el proceso democrático del país.