Una hamaca sanjacintera guarda la historia de todo un territorio y un saber ancestral que hasta hoy, ha sido transmitido de generación en generación.Sin embargo la falta de rentabilidad para los más jóvenes y la inexorable muerte de las artesanas mayores tienen en riesgo su continuidad. Es por ello que los artesanos sueñan con tener un taller propio de tejeduría donde además de dar clases a los más pequeños, puedan tener un canal de ventas estable que les permita seguir viviendo de este oficio. Lea aquí la crónica completa: La tejeduría de San Jacinto lucha por no desaparecer
El Universal estuvo en el lugar para conocer más sobre esta tradición.