En medio de las aguas turquesa y la riqueza natural que rodean a la isla de Barú, al sur de Cartagena, se está gestando una transformación silenciosa pero trascendental. Lo que alguna vez fue un territorio marcado por la presión turística y la contaminación, hoy empieza a convertirse en un ejemplo de cómo la articulación entre empresas, fundaciones y comunidades puede abrir camino hacia un desarrollo sostenible pensado para todos.
Turismo y sostenibilidad: la nueva cara de Barú
El sector privado es un aliado de esta transformación. Empresas como Grupo Argos y su fundación han aportado con proyectos que impulsan el bienestar de las comunidades y promueven la sostenibilidad en la isla. Lea además: Cartagena y Bolívar: líderes del Caribe en industria, turismo y crecimiento con impacto social
Reciclemos Juntos Barú: modelo de economía circular premiado
En 2023, la iniciativa Reciclemos Juntos Barú recibió el premio nacional a la responsabilidad social de Camacol gracias a su modelo innovador de economía circular. La creación de una Estación de Clasificación y Aprovechamiento de Residuos comunitaria permitió que 87 recicladores de oficio pasaran de la informalidad a convertirse en socios de una empresa comunitaria.
En apenas tres años, lograron recolectar más de 500 toneladas de residuos, evitando la emisión de 270 toneladas de CO₂, equivalente a retirar 60 vehículos de circulación durante un año.
Aviturismo: la riqueza natural como motor de ecoturismo
La sostenibilidad en Barú también se manifiesta en la riqueza de su biodiversidad. La isla alberga 192 especies de aves, lo que representa cerca del 10% de la diversidad nacional. Para aprovechar este potencial, nació la Corporación de Aviturismo de la Isla de Barú (Coraves Barú), integrada por diez guías locales que han recibido más de 260 horas de capacitación y han participado en intercambios en distintas regiones del país. Su labor fortalece el ecoturismo, impulsa la conservación ambiental y genera nuevas fuentes de ingreso para las familias locales.

Hogares Saludables: mejoramiento de viviendas y oportunidades laborales
En esta misma línea, el proyecto Hogares Saludables mejoró 337 viviendas en las comunidades de Ararca y Santa Ana entre 2023 y 2024, con adecuaciones en baños, cocinas y pisos.
Esta iniciativa no solo redujo el déficit cualitativo de vivienda, sino que incluyó formación básica en construcción para los beneficiarios, creando nuevas oportunidades laborales.
A nivel nacional, el programa ya ha ejecutado más de 10.000 mejoramientos de vivienda con una inversión superior a 35.000 millones de pesos, beneficiando a más de 25.000 personas.
Impacto Colectivo Barú 2030: rutas que integran cultura y biodiversidad
A través de la estrategia Impacto Colectivo Barú 2030, la isla avanza en un modelo de desarrollo comunitario sostenible que articula conservación ambiental, inclusión social y economía local. De este esfuerzo han surgido rutas ecoturísticas como Coraves, Santa Ana y Ararca, que combinan biodiversidad, cultura ancestral y conservación ambiental.
Los líderes comunitarios, además, han recibido formación en marketing digital y educación financiera, participando en ferias turísticas y viajes de promoción que han ampliado el alcance de sus proyectos.

Juventud y cultura: motores del cambio social en Barú
La juventud se ha convertido en un motor clave de esta transformación. El programa Influencers de Vida ha beneficiado a 54 jóvenes de la isla, formándolos en liderazgo positivo, social media y orientación socioemocional. Hoy, el 35% de ellos estudia, el 15% trabaja y el 2% emprendió su propio negocio.
Al mismo tiempo, iniciativas de cultura ciudadana y fomento a la lectoescritura han vinculado a más de 100 niños y adolescentes en proyectos artísticos, musicales y literarios que refuerzan la identidad cultural y fortalecen el tejido social.

Agua potable y deporte: soluciones para la vida comunitaria
El acceso al agua potable, históricamente una de las mayores dificultades de la isla, ha comenzado a encontrar soluciones con filtros comunitarios que ya benefician a más de 200 familias con filtros comunitarios.
A esto se suma el Proyecto Deportivo Isla de Barú, en el que más de 100 niños participan en actividades deportivas que promueven hábitos saludables y habilidades de vida, con el apoyo de aliados locales comprometidos con la comunidad.

Turismo sostenible y participación comunitaria: una apuesta a largo plazo
La experiencia de Barú demuestra que el turismo y la sostenibilidad no son excluyentes. Por el contrario, pueden potenciarse cuando se articulan con la participación activa de las comunidades y se alinean con una visión empresarial de largo plazo.
Más allá de los reconocimientos, el verdadero logro ha sido demostrar que el desarrollo económico puede caminar de la mano de la conservación ambiental y la inclusión social.
Aliados estratégicos que respaldan el desarrollo de Barú
Junto a Grupo Argos, estos programas se construyen de la mano de otros aliados como la Fundación Santo Domingo, SPEC LNG y su Fundación Promigas, Fundación Decamerón, Puerto Bahía, Valorem, Pei AM, Corvivienda, Hábitat Colombia y los consejos comunitarios de la isla, cuya participación ha sido esencial para consolidar este modelo de desarrollo comunitario sostenible.
Como resume un líder comunitario:
En Barú estamos aprendiendo que cuidar la isla también es cuidar nuestro futuro”.