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Informe Empresarial

Autenticidad y versatilidad: el sello de Carolina Feghali en la moda cartagenera

La diseñadora cartagenera encontró en la pandemia la chispa para revivir su pasión por la moda. Hoy impulsa una marca que mezcla autenticidad y versatilidad pensadas para mujeres que no le tienen miedo a la moda.

Autenticidad y versatilidad: el sello de Carolina Feghali en la moda cartagenera

“Yo soy la primera modelo de mi ropa. Si yo me siento cómoda, mis clientas también lo estarán” // Cortesía.

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Carolina Feghali creció rodeada de retazos, tijeras y costureras. Su tía materna quien tiene un taller en la ciudad, desde pequeña le ayudó a expandir su panorama en el mundo textil, pasaba horas observando cómo las telas se transformaban en vestidos. Ese universo de creatividad la marcó profundamente.

“Siempre estuve entre costureras, telas y agujas. Sin darme cuenta me fui llenando de esa información. Ya cuando estudié diseño de modas, lo confirmé: eso era lo mío”, cuenta.

Desde sus quince años se negó a comprar vestidos listos en tiendas. Mandaba a confeccionarlos porque sentía que ninguna prenda debía ser impersonal. Esa búsqueda de identidad fue el motor que la llevó a profesionalizar su pasión y más tarde a especializarse también en estética corporal y facial, ampliando su visión de lo que significa vestir y resaltar la belleza de cada mujer.

Los diseños de Carolina se caracterizan por la simplicidad y versatilidad // Cortesía.
Los diseños de Carolina se caracterizan por la simplicidad y versatilidad // Cortesía.

Los primeros pasos en el mundo de la moda

Uno de los hitos de sus inicios fue trabajar con Álvaro Zajar, hermano del reconocido diseñador Hernán Zajar. Con él se adentró en un ejercicio creativo que marcó su estilo: intervenir jeans como si fueran lienzos. “No se trataba de sacar prendas de los jeans, sino de transformarlos. Los pintábamos, les poníamos plumas, mostacillas. Era experimentar con el color, con la textura, con todo lo que podía contar una prenda”, recuerda.

Más tarde trabajó con este mismo diseñador en una tienda ubicada en el Centro Histórico de Cartagena, donde el reto era asesorar directamente a las clientas. Allí aprendió a reconocer los diferentes tipos de cuerpos y necesidades, entendiendo que la moda no podía ser un molde único. “Fue muy enriquecedor, porque descubrí que cada prenda debía adaptarse, no solo al cuerpo, sino a la personalidad de quien la llevaba puesta”.

Entre la maternidad y el diseño

El nacimiento de su primera hija marcó un alto en su carrera, aunque nunca apagó el sueño. “Quise dedicarme a ellos, estar presente en cada etapa. Para mí, la familia siempre será lo primero”, afirma. Durante varios años, su rol principal fue el de madre. Pero la pandemia se convirtió en el momento de reencontrarse con su vocación. Con sus hijas, que tenían 9 y 11 años, encontró una manera de combinar creatividad y tiempo en familia.

“Nos mudamos a una casa campestre y necesitábamos actividades lejos de las pantallas. Empezamos haciendo colitas de seda y de ahí nació Two Sisters, un emprendimiento con ellas”, relata.

La propuesta fue creciendo: bolsos de crochet, cosmetiqueras, joyeros y bolsos reutilizables para la playa que reemplazaban el uso de plástico. La iniciativa, que empezó como un juego, se transformó en un proyecto con impacto ambiental y un fuerte sello familiar. Aunque hoy sus hijas continúan al frente, Carolina decidió retomar con fuerza su marca personal, sin desprenderse de aquel emprendimiento que lleva en su nombre la hermandad.

A diferencia de las grandes marcas que producen en serie, Feghali se concentra en microcolecciones // Cortesía.
A diferencia de las grandes marcas que producen en serie, Feghali se concentra en microcolecciones // Cortesía.

El renacer de una marca con esencia

A sus 46 años, Carolina Feghali impulsa una marca que refleja su recorrido personal y profesional. Su taller cuenta con diez máquinas y un equipo especializado en corte, bordado, planchado y pedrería. Por ahora las ventas se hacen de manera digital, pero proyecta abrir una tienda en Cartagena y, más adelante, expandirse al exterior. Lo que caracteriza a sus diseños es la versatilidad:

“Me inspira la mujer auténtica, la que no se casa con un solo estilo. Yo entrego un vestido como un lienzo, y cada clienta decide cómo lo eleva: con tacones, sandalias o un bolso distinto. La prenda se adapta a su esencia”, explica.

Carolina asegura que la inspiración muchas veces llega de lo cotidiano: un color en el mercado, un detalle en la naturaleza, una conversación con sus hijas. Para ella, la moda está en lo real, no en las imágenes de redes sociales que muestran un mundo artificial.

Exclusividad y cercanía

A diferencia de las grandes marcas que producen en serie, Feghali se concentra en microcolecciones. Cada diseño es único o se hace en cantidades muy limitadas. “No quiero que una clienta llegue a un evento y encuentre a otra con el mismo vestido. Sería incomodísimo. Para mí lo más importante es que cada mujer sienta su prenda como algo exclusivo”, explica.

Sus telas favoritas son frescas y adaptables al clima cartagenero: algodón, denim y materiales ligeros. Con ellas crea piezas que pueden acompañar diferentes momentos del día: desde un desayuno en el centro histórico hasta un paseo en lancha o una reunión nocturna. El cambio está en los accesorios y en cómo cada mujer decide proyectarse.

Sus telas favoritas son frescas y adaptables al clima cartagenero: algodón, denim y materiales ligeros // Cortesía
Sus telas favoritas son frescas y adaptables al clima cartagenero: algodón, denim y materiales ligeros // Cortesía

Proyección y futuro de una diseñadora con esencia propia

Aunque ya ha tenido clientas en Estados Unidos, Carolina quiere que su primera tienda física abra en Cartagena. “Mi ciudad debe reconocerme primero. Quiero consolidar mi marca aquí antes de dar pasos más grandes”, afirma.

No contempla tener socios porque cree que la creatividad no puede ser condicionada por intereses externos. “Un artista no puede ser limitado en colores o telas. Prefiero mantener mi esencia, aunque eso implique avanzar poco a poco”, sostiene.

Sí se imagina, en cambio, trabajando en espacios colectivos como pop-ups, donde varias marcas se reúnan sin perder su independencia creativa.

Una diseñadora real para mujeres reales

La historia de Carolina Feghali es la de una mujer que supo reinventarse en medio de los cambios de la vida. Entre la maternidad, la pandemia y la pasión por el diseño, construyó un camino donde la moda no es apariencia, sino autenticidad.

Cada una de sus piezas busca reflejar a mujeres que no siguen ciegamente las tendencias, sino que priorizan sentirse cómodas, seguras y fieles a sí mismas.

Yo soy la primera modelo de mi ropa. Si yo me siento cómoda, mis clientas también lo estarán”

 Carolina Feghali.
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