Aguas de Cartagena llega a sus 30 años consolidándose como un referente en la prestación de los servicios de acueducto y alcantarillado sanitario. Desde que asumió la operación en 1995, la empresa ha transformado la cobertura del servicio en la ciudad, pasando de atender 90.000 usuarios a más de 340.000, con una cobertura cercana al 100% en el área de prestación del servicio.
Este crecimiento ha estado estrechamente ligado al desarrollo urbanístico de Cartagena y al trabajo articulado entre el operador Veolia, el Distrito de Cartagena como socio mayoritario y un equipo humano de 640 colaboradores. La empresa ha impulsado obras claves, pero
también enfrenta retos en zonas no legalizadas, como los 209 asentamientos donde viven más de 20.000 familias sin acceso regularizado al servicio.
Inversión para responder al crecimiento urbano
El gerente John Montoya anunció una nueva inversión del orden de 100 mil millones de pesos que se ejecutará entre el segundo semestre de 2025 y el primer semestre de 2026. Esta inversión estará dirigida principalmente a construir nuevas conducciones que permitirán distribuir más agua desde la planta de tratamiento El Cerro en Pasacaballos, con el fin de mejorar el servicio en zonas con baja presión o intermitencia.
John Montoya fue enfático: “Hoy los promotores urbanísticos nos solicitan factibilidad de servicio como si se visualizará otra ciudad igual a Cartagena en el mediano plazo.” Esto implica que Aguas de Cartagena deberá continuar realizando obras que le permitan responder al ritmo acelerado del desarrollo en la ciudad.

Preparando el futuro: un nuevo módulo de planta
Pensando en el mediano plazo, John Montoya también reveló que la empresa se encuentra en el proceso de diseño de un segundo módulo para la planta de tratamiento El Cerro, que deberá estar listo en el 2028. Esta infraestructura, estimada en 120 mil millones de pesos, permitirá aumentar la capacidad de producción de agua para cubrir las proyecciones de crecimiento.
Obras para mitigar emergencias
Otro frente de trabajo está enfocado en mejorar la resiliencia del sistema frente a emergencias. En 2024, la ciudad sufrió varias roturas en la red principal entre Albornoz y la planta El Bosque. Para evitar que estas afectaciones impacten a la población, como ocurrió el año pasado, la empresa efectuó dos interconexiones y en el segundo semestre ejecutará una tercera a la altura de Henequén, además de un desvío de tubería en el sector de Ceballos. Estas obras permitirán, que en caso de una nueva rotura, el impacto no supere al 20% de los usuarios.
Alcantarillado para todos
En cuanto al saneamiento básico, se destacó la construcción del alcantarillado para el barrio Arroz Barato con una inversión superior a los $8.000 millones, una obra conjunta entre Ecopetrol, el Distrito y Aguas de Cartagena, y el sistema de alcantarillado para Bayunca así mismo se destaca el sistema de alcantarillado para Pontezuela, cuya inversión asciende a 130 mil millones de pesos. En este último proyecto, el Distrito aporta 60 mil millones, la Nación 40 mil, la Gobernación de Bolívar 20 mil, y Aguas de Cartagena se encargará de la interventoría, valorada en 7 mil millones.

Cada gota cuenta
Uno de los mayores desafíos sigue siendo el comportamiento ciudadano. En 2024, la empresa retiró 2.300 toneladas de basura del sistema de alcantarillado, lo que generó más de 8.000 reboses en la red. Ya que Cartagena cuenta con un sistema de alcantarillado singular en Colombia: “no funciona por gravedad, sino por 36 estaciones de bombeo que trasladan las aguas residuales hasta Punta Canoa, desde donde son liberadas al mar Caribe por medio de un emisario submarino de 4,3 km, que opera a una profundidad de 20 metros”, explica el gerente de la empresa prestadora de servicios públicos.
Por su parte, en su componente social y ambiental, Aguas de Cartagena lidera los Clubes Defensores del Agua, que durante más de 10 años ha hecho presencia en más de 30 instituciones educativas. En La Boquilla, se dio inicio a la cohorte 2025, dónde se conformaron dos nuevos clubes con 60 niños. El objetivo es formar a las nuevas generaciones en el cuidado del recurso hídrico, el uso responsable de los servicios y la protección del medio ambiente.