A propósito de la COP16, uno de los eventos más relevantes a nivel global en temas de sostenibilidad y acción climática, que se realizó recientemente en el país, conversamos con Robert Spencer, líder de sostenibilidad en AECOM, una de las principales empresas de infraestructura en el mundo.
Con más de 25 años de experiencia, Spencer charló sobre los desafíos en la relación entre infraestructura y naturaleza, y cómo Colombia puede liderar la transición hacia el desarrollo sostenible. AECOM, con experiencia en eventos como la COP28 en Dubái, apoyó a la Alcaldía de Cali en la gestión sostenible de la COP16 y promovió debates sobre la integración de biodiversidad y sistemas naturales en infraestructura.
“Todo lo que hacemos se centra en crear infraestructura sostenible, ya sea en desarrollos portuarios, energía renovable o proyectos de energía limpia”, explicó Spencer. “Queremos garantizar un equilibrio entre el desarrollo de infraestructura y la sostenibilidad, asegurándonos de que tenga un impacto positivo en la naturaleza y los ecosistemas naturales. Esto es especialmente crucial en Colombia, el segundo país con mayor biodiversidad del mundo”, agregó.
Con 25 años de experiencia, ¿cuál cree que es el mayor desafío ambiental del planeta?
- Uno de los mayores desafíos en la relación entre infraestructura y naturaleza es que muchos de nuestros profesionales, principalmente ingenieros, no tienen formación específica en temas relacionados con la naturaleza. Son quienes diseñan sistemas de alcantarillado, carreteras, aeropuertos, pero tradicionalmente no conocen sobre naturaleza o sostenibilidad durante su formación universitaria.
Por eso, en AECOM trabajamos en desarrollar herramientas, metodologías y cuadros de mando que permitan a los ingenieros incorporar la naturaleza en sus flujos de trabajo, como un componente esencial en el diseño y la planificación.
¿Qué iniciativas se han implementado al respecto?
- Me motiva ver el avance que estamos logrando en AECOM, especialmente en la adopción del “lenguaje del carbono”. Todos los materiales de infraestructura, como el hormigón, el acero, el cobre o el asfalto, son altamente intensivos en carbono, lo que hace que el trabajo de AECOM en la descarbonización sea crucial.
Hemos implementado un programa interno para capacitar a nuestros equipos en la reducción de carbono, incentivándolos a usar materiales alternativos y diseñar de formas más sostenibles a través de los servicios que prestamos o de los proyectos en los que participamos.
¿Cómo combinar sostenibilidad con funcionalidad?
- Cuando hablamos de naturaleza, el desafío es distinto al del carbono. Mientras que el carbono es un concepto universal, la naturaleza es particular para cada lugar, profundamente influenciada por factores locales como hábitats, comunidades, especies, y características del paisaje. Esto requiere soluciones particulares o específicas para cada lugar.
Para abordar esto, hemos desarrollado un conjunto de tecnologías que llamamos Nature Tech. Estas incluyen herramientas como cámaras trampa, análisis de ADN ambiental y grabaciones de audio para monitorear ecosistemas. Estas tecnologías nos permiten construir una imagen precisa del entorno natural, ayudándonos a integrar la infraestructura con su entorno de manera más armónica, minimizando impactos e incluso generando beneficios para la naturaleza.
Participó en la construcción de una herramienta que facilita la medición del control natural del medioambiente, ¿en qué consiste?
- El equipo de AECOM estuvo en la casa de la casa de la Embajada Británica participando en el programa de la Iniciativa de Mercados Sostenibles. Como parte de nuestro trabajo con esta iniciativa, hemos desarrollado una herramienta de análisis de riesgo natural aplicada a infraestructura, que permite a los responsables de proyectos de infraestructura identificar y evaluar los riesgos naturales asociados al sitio propuesto antes de avanzar en procesos como el estudio del impacto ambiental.
Se enfoca en prevenir daños a la naturaleza y mitigar riesgos físicos, como deslizamientos de tierra, desde las primeras etapas de planificación. Esto fomenta una ubicación más estratégica de las infraestructuras, reduciendo su impacto negativo en el entorno y mejorando su resiliencia frente a fenómenos naturales.
¿Cómo ve a Colombia en materia de gestión de ingeniería en términos de infraestructura y temas ambientales?
- Esa es una excelente pregunta. Honestamente, no tenía expectativas definidas antes de llegar a Colombia, ya que era mi primera visita al país. Sin embargo, me ha impresionado mucho el interés genuino de los colombianos por comprender cómo realizar la transición hacia soluciones basadas en la naturaleza, cómo avanzar en la transición energética y cómo posicionar al país para un crecimiento sostenible y responsable.
Creo que ser anfitrión de la COP16 será un hito duradero en la mentalidad y enfoque de los colombianos hacia estos temas. Colombia ha demostrado que está preparada para liderar discusiones clave en sostenibilidad. Las negociaciones han sido exitosas, abarcando diversas áreas, y ahora muchas naciones están desarrollando estrategias y planes de acción positivos, lo que incluye el apoyo activo de empresas y del sector financiero.
¿Por qué es tan importante dejar una huella positiva en el planeta a partir de la infraestructura verde?
- Cuando colocamos a la naturaleza en el centro de nuestras decisiones, siempre obtenemos mejores resultados tanto para el medio ambiente como para el clima.
Al integrarla de manera positiva en cada decisión y asegurarnos de que cada proyecto que llevemos a cabo genere beneficios para ella, estamos fortaleciendo nuestras estrategias climáticas. La naturaleza juega un papel esencial en la captura de carbono, la mitigación de inundaciones, la mejora de la calidad del aire y muchos otros aspectos cruciales para nuestra supervivencia y calidad de vida.
En definitiva, la única manera de avanzar es trabajando de la mano con la naturaleza, asegurándonos de que cada intervención humana contribuya a proteger y potenciar sus beneficios. Solo así podremos dejar una verdadera huella positiva en el planeta