Una de las situación que desató la coyuntura de la pandemia es el aumento de los conflictos, tanto entre personas jurídicas como naturales por el incumplimiento de obligaciones debido a las dificultades económicas a nivel local, nacional y por supuesto, global, dada la imposibilidad de apegarse a lo pactado.
Es por ello que en esta época los abogados han recibido muchos de este tipo de casos, que en apariencia pueden ser de difícil solución, pero que ponen a prueba la capacidad de los juristas para resolver problemas diseñando estrategias y mecanismos a partir de lo consagrado en la ley.
“Los abogados tenemos la responsabilidad de resolver los conflictos sin aferrarnos a la dogmática y rigurosidad de ley, que solo deben usarse en aquello casos en los que no se pueda concertar una solución pacífica”, comentó el abogado penalista Hernando Osorio Rico, quien dirige el bufete de abogados Osorio Rico & Asociados.
Asegura que en su firma, los especialistas de los diversos campos del derecho se esfuerzan por resolver a través de la conciliación aquellos conflictos que lo permitan. Las ventajas de este esfuerzo son largamente apreciables para las partes, pues evitan un litigio sin verse expuestos a soluciones impuestas. A nivel macro, no puede negarse que las decisiones concertadas y pacíficas conducen a la construcción de una mejor sociedad.
“Quien pierde un pleito queda lastimado sentimentalmente, jurídicamente y patrimonialmente; una solución concertada permite que aquel menos favorecido sienta que fue escuchado y tenido en cuenta para llegar a la decisión final, lo cual es importante para la convivencia y significa mucho para la sociedad, pues con menos conflictos se promueve la paz y una espiral positiva”, puntualiza Osorio Rico.
Sin olvidar la vocación de servicio
Para lograr lo anterior, es necesario que los profesionales en las leyes mantengan vivo el deseo de servir, es lo que le da altura y calidad a la misión del abogado. Ese es precisamente el pilar de atención de cada uno de los asuntos que se conocen en el bufete Osorio Rico & Asociados.
Para el penalista, reconocido en la ciudad por liderar importantes litigios, el deseo de servir constituye un principio tan importante que confiesa sería el consejo que daría a cualquiera de los cientos de jóvenes que anualmente egresan de las facultades de Derecho, pues esta misma recomendación fue la que recibió cuando comenzaba su carrera, hace 42 años y la que ha permitido cosechar éxitos en su trayectoria.
“El deseo de servir es lo que diferencia a un abogado del resto; esforzarse por hacer las cosas bien y propender por que el cliente tenga el menor conflicto y la mejor solución es nuestra prioridad. El interés por el bienestar del cliente es lo que conlleva al verdadero éxito profesional.”, afirma Hernando Osorio.
Una mirada integral
En el caso de las firmas de abogados, según comenta el jurista, hay un componente que vuelve excepcional el ejercicio de la abogacía y es tener la capacidad para resolver integralmente “los asuntos de quienes tocan nuestra puerta. Nuestro objetivo es que los clientes, sean personas naturales o empresas, obtengan una asesoría y resolución de sus dificultades a partir de los enfoques de las diversas ramas del derecho”. No dejar de lado ninguna arista permite establecer estrategias adecuadas para cada cliente. A esto es a lo que le apunta el bufete Osorio Rico & Asociados.
Para ello, esta oficina de abogados cuenta con especialistas en las áreas penal, administrativa, civil, laboral y comercial; lo que le permite llevar hasta 90 casos anuales.
Además, trabajan de la mano con otras empresas. “Para el aspecto tributario tenemos alianzas estratégicas con firmas dedicadas a esta rama, para diseñar los mecanismo de protección integral de nuestros clientes”, indica el penalista Osorio.
Entre los planes de este despacho está expandirse con oficinas en otras ciudades como Barranquilla y Bogotá, en las que ya cuentan con abogados asociados corresponsales.