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Colegio Británico de Cartagena: la presencialidad es una realidad segura

El regreso al estudio implica una serie de nuevas medidas, y el Colegio Británico de Cartagena las ha implementado para dar marcha a esta era presente y futura.

Colegio Británico de Cartagena: la presencialidad es una realidad segura

Las medidas de bioseguridad son fundamentales en esta nueva etapa en el Colegio Británico de Cartagena. FOTOS AROLDO MESTRE

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¡La educación se ha enfrentado a una nueva realidad! Y el Colegio Británico de Cartagena – CBC - se preparó para superar cada uno de los retos que hoy, le permiten volver a la presencialidad con su comunidad escolar.

Vivir más de un año en cuarentena, motivó al colegio a organizar e implementar un plan de contingencia enfocado en mantener el nivel académico de sus estudiantes, preparando a los docentes, pero asegurando la salud de todos, como lo indica su rectora Carolina Charry Reyes. El bienestar de cada familia siempre fue la prioridad, pero sabían que la educación no podía parar.

Aun cuando la incertidumbre rodeó los primeros días tras la declaratoria de pandemia, las directivas de CBC afianzaron la metodología que a partir de allí, haría parte de esta nueva etapa que se inició de manera virtual y que en la actualidad regresa a la presencialidad con más fortalezas.

Conscientes de los retos de la educación virtual y de las herramientas tecnológicas con las que forman a su alumnado para convertirlos en nativos digitales, desde el mes de marzo de 2020 hasta diciembre mantuvieron su escolaridad en total virtualidad, con la infraestructura del colegio cerrada.

Finalizando el año y con la implementación del programa piloto de la Secretaría de Educación Distrital, fueron pioneros en poner en marcha el proceso de alternancia académica, con el fin de darle idoneidad a la nueva forma de interactuar y la adaptación de los espacios que requieren durante su estancia en el plantel.

Con lo anterior se garantizaron las medidas referentes a protocolos de bioseguridad, sin embargo, para la transformación educativa en la que se empezó a trabajar inmediatamente se declaró la contingencia, se contó con la asesoría de dos empresas internacionales expertas en el tema, con las cuales pudieron estar siempre un paso adelante en el manejo de la pandemia, logrando establecer pautas claras para la comprensión de pasar de la virtualidad a la alternancia y más adelante a la presencialidad.

El tema digital también fue objeto de estudio y trabajo, indica la rectora, y esta responsabilidad llevó una revisión exhaustiva de la infraestructura digital, la cual fue enriquecida por herramientas tecnológicas que permitieron a los niños adquirir sus aprendizajes y sentir cercanos a sus maestros y compañeros.

El camino a la reapertura

El mes de diciembre del año 2020 fue decisivo para los logros alcanzados en este regreso. La reapertura llegó con la confianza de 250 familias que creyeron en el programa piloto, dentro de una comunidad de casi 800.

La alternancia se inició de una forma escalonada, indica Carolina Charry, primero llegó secundaria, luego primaria y después preescolar. Los estudiantes se mostraron felices de regresar a este lugar y volver a compartir con sus compañeros. Además, estaban emocionados por volver al espacio idóneo para fortalecer habilidades de pensamiento, lenguaje, motricidad fina y gruesa que requieren de formación docente para su apoyo.

Esta gran primera etapa fue fundamental para iniciar el regreso a clases. Durante diciembre estuvieron dos semanas bajo esa modalidad y al llegar enero regresaron de vacaciones con un pico pandémico latente, pero con la certeza de que se estaban haciendo las cosas bien.

Una vez fue descendiendo la curva de contagios, se abrió presencialidad total para preescolar en el mes de marzo, con la vacunación en marcha para el equipo docente, augurando un nuevo retorno de primaria y bachillerato en abril, lo que permitió que regresaran después de este tiempo “detenido”, dando paso a la continuidad con su proceso académico de excelencia y muestra de ello, fue el excelente resultado en las pruebas de Estado.

Se ha tratado de un esfuerzo conjunto de la comunidad educativa, las familias y en especial los estudiantes para regresar a las aulas de clase, desde donde se espera continuar en pro de mantener el nivel académico que caracteriza al Colegio Británico de Cartagena.

El presente seguro

Con todas las medidas tomadas para actuar en la inmediatez, en el CBC se habla de un presente seguro. La preparación para este regreso presencial ha sido abordada desde varios frentes, uno de ellos es la vacunación de todo el personal con esquema completo, apoyados siempre por el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad establecidos.

Actualmente, los estudiantes ya pueden disfrutar espacios que durante el proceso inicial no estaban disponibles, tal es el caso de los laboratorios, los lugares de trabajo colaborativo, campos deportivos, entre otros. La higienización estricta es imperativa para que los estudiantes retomen esa normalidad académica que también incluye un aprendizaje más profundo y el esparcimiento en medio de la moderna y amplia infraestructura que ofrece el colegio.

El pasado miércoles 11 de agosto se abrieron las puertas de CBC en medio de una jornada especial denominada “CBC Houses Fest”, una tradición inglesa que mantiene el colegio para promover los valores y fraternidad entre los estudiantes. Adicional a esto se han propuesto tres objetivos: el primero es reconectar emocionalmente a los estudiantes con su entorno académico, el segundo tiene que ver con el reconocimiento de los protocolos de bioseguridad que maneja la institución y el tercero, aprovechar el espacio de arte y deporte, para liberar todas las tensiones de esta época.

El enfoque con las familias

Después de un año y medio de incertidumbre, el Colegio Británico de Cartagena se ha enfocado en mostrar a los padres lo que representa el bienestar para sus hijos y centrar la decisión de regreso en los estudiantes y sus necesidades, ha sido un trabajo bastante importante con la familia, docentes, y liderado por el consejo estudiantil, quienes se mostraron entusiastas durante todo el proceso del retorno a las aulas.

Dentro de las prácticas de bienestar que se adelantan dentro de CBC, el colegio cuenta con su propia planta propia de alimentos, con manipuladores, ingeniero y nutricionista dedicados a todo lo que tiene que ver con el tema nutricional, un eje que se trabaja con acciones para brindar lo mejor a los estudiantes.

La planta tiene sello de calidad de Bureau Veritas y de esta manera se ha hecho la revisión de todo lo que tiene que ver con producción y manipulación, además de la materia prima. Para tranquilidad de las familias, si bien en el comedor todos están sin tapabocas, el espacio es abierto y se cumplen los protocolos indicados.

El aforo en aulas de clases es el permitido y con el respectivo distanciamiento, trabajando de manera individual y portando el kit personal con los elementos necesarios para el autocuidado durante la jornada. Las iniciativas que se han tomado van dirigidas a sensibilizar las necesidades de los estudiantes, por lo que se trata de un proceso individual que ayuda a entender los temores y ansiedad de los padres. El colegio es empático con las decisiones de algunas familias que resuelven mantener la virtualidad por razones especiales y quienes han confiado en la propuesta de la presencialidad de los niños, disfrutan junto a sus hijos los beneficios de volver de manera física al colegio.

Las actividades extracurriculares que son muy necesarias en el desarrollo de los estudiantes, también se han reanudado.
Las actividades extracurriculares que son muy necesarias en el desarrollo de los estudiantes, también se han reanudado.
El aforo en las aulas tiene distanciamiento, al tiempo que se trabaja de manera individual.
El aforo en las aulas tiene distanciamiento, al tiempo que se trabaja de manera individual.
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