El Colegio Montessori de Cartagena tiene más de 71 años de trayectoria, destacándose por su metodología que se basa en un respeto profundo por las necesidades e intereses de nuestros estudiantes, como base para un currículo para la paz.
Por esta razón, las áreas académicas se transversalizan con las artes, (teatro, música, pintura y diseño) con las ciencias naturales y los idiomas. El amor y respeto por el medio ambiente, desde la perspectiva de la preservación y del uso sostenible de los recursos, también es un principio de la educación de Montessori.
Preescolar, el inicio de un todo
María Montessori sostenía que en los primeros años de vida los niños absorben como “esponjas” toda la información que requieren y necesitan, el niño aprende a hablar, escribir y leer de la misma manera que lo hace al gatear, caminar, correr; es decir, de forma espontánea. “En nuestro preescolar se ama, valora y se respeta al niño como persona siendo sensible a sus necesidades”, afirma Telma Torres, coordinadora de preescolar.
La educación es vital para formar el hombre y mujer del mañana. La educación Montessori no incita a la competencia entre compañeros, en cambio, se respeta y valora el logro de cada alumno en su momento y ritmo oportuno. El error, equivocación o falta, es considerado y percibido como parte del aprendizaje.
Su propuesta incluye dos áreas en el preescolar muy valiosas: Vida Práctica y Sensorial, la primera enfocada al logro de la concentración, el orden, interés y la coordinación y la segunda al refinamiento de los sentidos.
María Montessori mencionaba que “El niño que tiene libertad y oportunidad de manipular y usar sus manos en una forma lógica, con consecuencias y usando elementos reales, desarrolla una fuerte personalidad”. Esta máxima es una realidad y se evidencia tanto en el colegio como en casa; en tiempos de confinamiento se han mantenido los pilares de la metodología con el apoyo de los padres, quienes respaldan nuestro modelo pedagógico.
“Nos preparamos para la alternancia educativa, asegurando la salud de nuestros estudiantes, aplicando debidamente los protocolos de bioseguridad bajo los lineamientos de la Secretaría de Educación y Ministerio de Salud y ultimando cada detalle para que nuestras aulas garanticen ambientes de aprendizaje”, puntualiza Isis González, directora académica.
Este año nos dejamos contagiar de las ganas de seguir aprendiendo
El Colegio Montessori Cartagena tiene claro el potencial de las herramientas digitales en el aprendizaje. El principal desafío de la educación en casa como producto del cuidado por la vida fue ajustar las clases a la virtualidad. Sin embargo, fue valioso poder flexibilizar los procesos académicos incluyendo la evaluación, precisamente por la metodología Montessori.
Gracias a un trabajo en equipo entre las familias, los docentes y las directivas del CMC, la adaptación se logró rápidamente por las capacitaciones sobre el uso de herramientas virtuales, pero especialmente por la preparación con la que cuentan el equipo docente frente a las necesidades e intereses de las etapas del desarrollo de los estudiantes, de esta manera se logra una gran empatía entre las necesidades manifiestas y las maneras de construir conocimiento utilizadas por nuestras guías Montessori.
El Colegio Montessori cuenta con todas las herramientas necesarias para enfrentar los cambios sin traumatismos, manteniéndose firme al dar continuidad a su modelo pedagógico. “Aquí la educación es entendida como un proceso en constante evolución y por eso permanentemente directivas y docentes revisamos los procesos para garantizar que el aprendizaje se ajuste a las expectativas de las nuevas generaciones de alumnos”, señala María Teresa García, directora general.
Alternancia y virtualidad, desafíos asumidos con responsabilidad
Frente a la situación por el virus, el Colegio Montessori dictó capacitaciones a los estudiantes sobre el protocolo de bioseguridad y para concientizar a toda la comunidad sobre la importancia del autocuidado, la protección y el respeto por la vida.
Teniendo en cuenta, las resoluciones de los ministerios de Salud y Educación, el colegio desarrolló el Plan Integral de Bioseguridad Institucional, el cual fue aprobado por el DADIS en agosto y presentado ante la Secretaría de Educación Distrital. Esto quiere decir que cumplen con todos los requisitos legales e institucionales.
En el plan se incluyeron los protocolos de bioseguridad para los empleados y para los estudiantes evidenciando control al ingreso al colegio, la estadía en los salones y las áreas comunes así como el momento de regreso a casa. Estos protocolos se han socializado con todos los empleados del colegio.
Para ponerlos en práctica, el colegio se ha equipado de los insumos, equipos y servicios necesarios. Termómetros infrarrojos en las porterías, las coordinaciones y enfermería; lavamanos portátiles de diferentes tamaños ya están instalados en diferentes áreas del plantel, tapetes húmedos desinfectantes en las oficinas y en las aulas; dispensadores de alcohol en todos los pasillos y en cada aula, la cual tendrá un kit de bioseguridad, para que el docente garantice que los protocolos se cumplen.
Todo el colegio cuenta con la señalización necesaria para garantizar que no haya aglomeraciones optimizando los diferentes espacios según los protocolos. En cada aula están señalizados los escritorios, para que el estudiante tenga conocimiento de cuál puede utilizar para su actividad y así evitar la cercanía con el compañero.
El aspecto pedagógico en la alternancia educativa tiene las siguientes características:
1. Los horarios serán modificados. Los estudiantes asistirán a clases por un período establecido. Luego tendrán tiempo para ir a casa, a almorzar y posteriormente asistir en la modalidad de estudio en casa en la tarde. Este horario aplica también para los estudiantes que deciden no participar en los momentos de presencialidad.
2. Cobertura. Por decisiones de las familias, algunos estudiantes no podrán asistir a las clases, por ello, garantizamos que los estudiantes que están en casa recibirán la misma clase de los estudiantes que asisten al colegio.
Adicionalmente, al contar con dos docentes de base para cada salón desde el preescolar hasta finalizar la primaria ha facilitado la estructura de alternancia logrando que unos guías atiendan a los estudiantes que están en casa y otros a los que estarán en el colegio. En bachillerato, se trabajará con cámaras instaladas en las aulas para que el profesor permita a quienes están en casa, interactuar con sus compañeros del colegio y participar activamente en la clase.
“Nuestra prioridad es brindarle apoyo y tranquilidad a las familias a través de nuestro modelo pedagógico y con la utilización de herramientas digitales adecuadas para cada edad, que faciliten el aprendizaje, lo que hace posible una práctica pedagógica que ponga la armonía del hogar como prioridad. Somos una familia que aprende y supera las adversidades unida”, concluyen los directivos, del Colegio Montessori.
El legado de Ana Elvira Román continúa aún en tiempos de pandemia, en los corazones de la familia Montessori, hoy reforzados por la acostumbrada sensibilidad y respeto por parte de Marite García Román, su hija y actual rectora, quien continua inspirándolos para seguir educando ciudadanos del mundo.



