Hay una realidad innegable: el mundo se está transformando a un ritmo acelerado y nunca antes visto. Cada día aparecen nuevas tecnologías, herramientas y por tanto nace una demanda de nuevas habilidades y aptitudes, que ponen sobre la mesa un escenario desafiante para los colegios donde se educan a las nuevas generaciones. ¿Cuál debe ser el modelo ideal que las haga triunfar en el futuro?
Históricamente, la educación tradicional ha dirigido sus metodologías hacia personas cuyo cerebro predominante es el ‘izquierdo’. Son analíticas, racionales, lógicas y numéricas, las cuales aprenden de manera visual. Según expertos, en Colombia estos perfiles comprenden únicamente el 5% de la población de un aula. ¿Pero entonces, qué sucede con el resto?
La respuesta parece estar en el modelo educativo ‘Entender, Comprender, Aprender Para Emprender’, más conocido como ECAE, que viene siendo aplicado de manera exitosa por colegios como, por ejemplo, el Cartagena International School. En este, se analiza la composición cerebral de los estudiantes, su estilo de aprendizaje y se aplican técnicas de programación neurolingüística con el fin de elevar significativamente los niveles de aprendizaje.
ECAE consolida la premisa de que no todos los estudiantes aprenden de la misma manera. Es decir, el otro 80 % de un salón de clases está comprendido por personas con predominancia de ‘cerebro derecho’: imaginativas, creativas, emocionales, e innovadores, que suelen aprender de manera auditiva. Y el 15% restante lo conforman los estudiantes con predominancia de ‘cerebro central’: personas líderes, operativos y riesgosos, inclinados a aprender de forma kinéstesica.
Según Daniela Carvajalino, master practitioner en Programación Neurolingüística (PNL) y directora de Innovación del Cartagena International School, una de las claves del éxito de este modelo es integrarlo con el emprendimiento, ya que este no solo permite a los estudiantes ser parte importante del desarrollo socioeconómico de nuestra sociedad, sino que a través de él se desarrolla en ellos las llamadas habilidades blandas (pensamiento crítico, oratoria, solución de problemas, toma de decisiones) que son vitales para triunfar en el contexto personal y profesional.
ECAE prioriza el aprendizaje experiencial y el aprendizaje basado en proyectos. Por tanto, los estudiantes desarrollan sus ideas de negocio año tras año y al graduarse tienen un proyecto consolidado y listo para impactar positivamente en la sociedad.
Pero no se puede hablar del modelo sin mencionar el rol determinante que cumplen la aplicación de técnicas de Programación Neurolingüística. “Con estas se establece una conexión entre los procesos neurológicos («neuro»), el lenguaje («lingüística»), y los patrones de comportamiento aprendidos a través de la experiencia («programación»), así se optimiza la calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje y se potencia la motivación al alumnado”, agrega Carvajalino.
La familia juega un papel fundamental en el proceso. En el caso del Cartagena International School, se aporta valor agregado a través de ‘Neuropadres’, un programa de formación que certifica a estos en técnicas de PNL y neurociencias, para que desde casa puedan ayudar a descubrir y desarrollar las habilidades y talentos de sus hijos.
Una de las mayores ventajas del modelo es que los estudiantes acuden motivados a las clases. Allí se les instruye con tecnología en realidad virtual, inteligencia artificial y hasta aprenden cómo invertir inteligentemente en la bolsa de valores. Todos estos conocimientos serán imprescindibles al momento de afrontar los retos que trae consigo la cuarta revolución industrial.
*Contenido patrocinado por: Cartagena International School,