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¿Cómo afecta la pandemia a pacientes con esclerosis?

Según un estudio español, la pandemia deteriora la calidad de vida en casi el 50% de los pacientes con esclerosis múltiple.

¿Cómo afecta la pandemia a pacientes con esclerosis?

Los pacientes con EM tienen más riesgo de desarrollar comorbilidades psiquiátricas, u otras enfermedades como ictus o epilepsia, que pueden incrementar la tasa de brotes y aumentar la discapacidad que desarrollan.

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La esclerosis múltiple (EM), cuyo día mundial se conmemoró ayer, es una enfermedad crónica caracterizada por el ataque del sistema inmune al sistema nervioso central, que produce grados variables de lesión neurológica persistente.

La Sociedad Española de Neurología (SEN) estima que más de 50.000 personas padecen esclerosis múltiple en ese país y se estima que en todo el mundo existen cerca de 2 millones 800 mil pacientes con esta enfermedad, es decir una de cada tres mil personas viven con este padecimiento. Según la Asociación Colombiana de Neurología, en Colombia hay una prevalencia de 7 casos por cada 100.000 habitantes, lo que significa que en el país habría poco más de 3.000 casos. (Lea también: COVID-19 en bebés, ¿qué esperar?)

La esclerosis múltiple es hasta tres veces más frecuente en mujeres y, después de la epilepsia, es la enfermedad neurológica más frecuente en adultos jóvenes.

Los primeros síntomas más comunes son debilidad muscular, borrosidad visual, visión doble, inestabilidad, dificultad para mantener el equilibrio, vértigo y hormigueos en extremidades.

Aproximadamente el 50% de los pacientes con esclerosis múltiple desarrollan deterioro cognitivo en forma de alteración de la memoria, de la capacidad de atención y de procesamiento de la información, lo que repercute de manera directa en su ámbito profesional.

Además, los pacientes con EM tienen más riesgo de desarrollar comorbilidades psiquiátricas, u otras enfermedades como ictus o epilepsia, que pueden incrementar la tasa de brotes y aumentar la discapacidad que desarrollan.

Todas estas complicaciones hacen que más de un 25% de los pacientes de esclerosis múltiple tengan que ingresar anualmente en el hospital por algunos de estos motivos.

En el 90% de los pacientes la esclerosis múltiple produce episodios de disfunción neurológica llamados brotes, que pueden durar días o incluso semanas y que suelen remitir parcial o totalmente.

Sin tratamiento, una parte importante de estos pacientes desarrolla a lo largo de la evolución de enfermedad, lo que se denominan formas secundariamente progresivas, en las que el deterioro neurológico progresa casi siempre sin evidencia de dichos brotes. (También le puede interesar: Lo que debe saber una embarazada sobre el coronavirus)

De acuerdo con el doctor Miguel Ángel Llaneza, Coordinador del Grupo de Estudio de Enfermedades Desmielinizantes, la detección precoz de la enfermedad es fundamental ya que “la utilización temprana y adecuada de los recursos terapéuticos disponibles es factor esencial para mejorar el pronóstico”.

No es más grave en pacientes con EM

Hasta el momento no se ha observado que la mayoría los pacientes con esclerosis múltiple tengan mayor riesgo de infección por COVID-19, ni peor curso evolutivo de la misma.

Sin embargo, existe la posibilidad de un empeoramiento de la esclerosis múltiple en relación con el propio proceso infeccioso sistémico que provoca el COVID-19.

Según la SEN, se han reportado recaídas en aproximadamente entre un 4% y 20% de los pacientes con esclerosis múltiple infectados por COVID-19, aunque aún no se dispone de datos de la discapacidad que ha producido este hecho a largo plazo. (Lea también: La placenta protege al bebé frente al COVID-19)

Este deterioro de la calidad de vida se ha hecho más evidente en aquellos pacientes que previamente tenían un mayor grado de discapacidad y se ha visto reflejado sobre todo en la aparición de problemas motores, así como incremento del tiempo necesario para realizar actividades cotidianas, y desarrollo o agravamiento de estados de depresión y ansiedad previos”, señala el doctor Llaneza.

Vacunas covid y EM

Las asociaciones de afectados con la enfermedad piden que se prioricen algunos grupos de pacientes. Ninguna de las vacunas COVID-19 comercializadas hasta la fecha están contraindicadas en pacientes con esclerosis múltiple. Sin embargo, la vacuna si puede interferir en los tratamientos: en pacientes con tratamiento inmunosupresor la efectividad de la vacuna podría verse disminuida.

Por esa razón, algunos pacientes con EM no han podido iniciar los tratamientos a la espera de recibir la vacuna contra el COVID.

La SEN recuerda que, si un paciente ya está recibiendo tratamiento inmunosupresor, será su neurólogo responsable el encargado de hacer las recomendaciones que crea oportunas a este respecto.

La esclerosis múltiple es una enfermedad con un alto impacto personal, social y sanitario por su frecuencia, su tendencia a producir discapacidad”.

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