A David Balbona todo el mundo lo quiere. Todo comensal que entra por las puertas de su restaurante lo saluda como quien está dichoso de ver a un amigo o un hermano.

La enóloga Ana Barron habla sobre el placer de hacer y tomar un buen vino
ANDREA V. CARO MARTÍNEZLos clientes habituales reflejan en sus rostros tranquilidad, la misma que brota cuando estás seguro de que no enfrentaras una decepción culinaria. Y es que el arte de su cocina es una experiencia multisensorial gastronómica, donde la auténtica comida asturiana llega en suculentos platillos que aterrizan en un espacio que se ubica en la calle de La Magdalena en Getsemaní.
Para él, en el norte de España está una exquisita despensa, la esencia de su cocina y allí encontró la razón de uno de sus grandes amores. Cocinar es más que una acción, un deleite en la que se permite experimentar con los sabores naturales de los alimentos. Resaltar sin necesidad de utilizar muchos, porque cada elemento tiene su razón de ser.
“Yo creo que lo que hace difícil la exportación de la comida española es por el producto. Afortunadamente, aquí en Cartagena encontramos el producto que podemos integrar para traer las recetas de la cultura española”, indicó en entrevista con El Universal.
“Bienvenidos al Restaurante El Peninsular donde pueden disfrutar de la auténtica cocina española”, es el lema con el que recibe a cartageneros, visitantes y españoles en busca de una experiencia gastronómica. Pero el chef Balbona después de vivir por 10 años en Chile y construir un respetado nombre en el mundo de la gastronomía, llegó al ‘Corralito de Piedra’ para enamorarse y no irse más.
Su acento es tan vivaz y envolvente que te permite entrar a una película, donde la comida es el verdadero protagonista y, a través de los sabores, experimentas diversas emociones. Cada vez que el tenedor viaja del plato al paladar, es como bailar una buena pieza musical sin importar el ritmo o género. Ingredientes frescos y de alta calidad, los platos son preparados con dedicación, delicadeza y pasión. Se transforma lo nacido en esta región del Caribe.
El chef David Balbona es denominado un “auténtico titán de los fogones”, quien por más de 14 años ha trabajado para que los extranjeros se enamoren de la comida española, de las delicias peninsulares: la cocina asturiana.
Y es que su cocina no solo es alabada por quienes tienen el placer de degustarla, sino que ostenta galardones reconocidos a nivel internacional: Primer premio en el concurso gastronómico de quesos de los Picos de Europa (2003), finalista del I campeonato de España de pinchos y tapas en el VII congreso de lo mejor de la gastronomía en San Sebastián (2005), tercer puesto en el concurso de pinchos y tapas de Valladolid y Premio Reina Adosinda por la trayectoria profesional (2006), finalista en el concurso de La Vila Gastronómica en Villajoyosa (Alicante) de arroz y pescado azul (2007).
En 2008, en Madrid (España), 16 de abril, fue el tercer clasificado en el XI campeonato de España de cocineros. Fue seleccionado para representar a Asturias en el XI campeonato de España de cocina “Bocuse d’Or”.
No hay galardón más importante que la sonrisa de sus comensales después de probar alguno de sus platos. El secreto de su sazón es sencillo y no tiene miedo de revelarlo con el mundo, para él, cada elemento tiene un sabor que necesita ser exaltado, no con procesos extensos o muchos ingredientes. Su meta no es competir con el ingenio o lo diferente, sino resaltar la naturaleza que es perfecta en todo su esplendor.
Camina por las calles de Cartagena de Indias en búsqueda de inspiración, pero la encuentra en casa al lado de su esposa cubana, que le ha aportado tanto a su manera de conocerse en la cocina, y siempre busca el protagonista del día, a veces es un buen pargo, otros días pulpo, tal vez cochinito, pero siempre comida original y propia de Asturias.