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Gastronomía

Recetas con maíz, lo más rico de la dieta latina

En Colombia, el maíz es el tercer cultivo con mayor superficie de siembra después del café y el arroz; y es el país con mayor volumen de importaciones en Suramérica y el séptimo en el mundo, según la FAO.

Recetas con maíz, lo más rico de la dieta latina

El maíz hace parte de la dieta latinoamericana, de allí sus innumerables preparaciones. FOTO CORTESÍA

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El maíz es un alimento emblemático por ser el cultivo más representativo en América Latina y por su importancia económica, social y cultural. Surgió y se cultivó en esta región, convirtiéndose en uno de los ingredientes infaltables para preparar distintas recetas por su alto aporte nutritivo.

“El consumo de este grano con regularidad, permite alcanzar el requerimiento diario de fibra, vitaminas y minerales; que se relaciona como principal fuente de energía del cerebro y los músculos”, afirma Elisa Gómez, gerente regional de nutrición para Kellogg.

Actualmente, el maíz es uno de los principales componentes en la dieta de los latinoamericanos. De acuerdo con la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales (Fenalce), un colombiano consume en promedio 30 kg de maíz al año; mientras que, en todo el continente, se consumen entre 50 y 200 kilogramos por año.

Las regiones Andina, Orinoquía y Caribe son las que tienen mayor concentración y consumo de maíz en el país, según datos publicados por Fenalce.

En Colombia, el maíz es el tercer cultivo con mayor superficie de siembra después del café y el arroz; y es el país con mayor volumen de importaciones en Suramérica y el séptimo en el mundo, según la FAO.

Independientemente de la región, este grano tiene una dimensión social muy importante en la alimentación y tradiciones latinas, abarcando un sinfín de preparaciones como las arepas, las empanadas, los pasteles, las tortillas, los tamales, entre otros alimentos que honran las raíces que se comparten en América central y del sur.

Un alimento ancestral

El cultivo del maíz tuvo su origen en América Central, especialmente en México, de donde se difundió hacia el sur hasta llegar a Argentina. Con el surgimiento y la propagación de la agricultura en la región, los indígenas agregaron este ingrediente en sus creencias religiosas, festividades y nutrición, transmitiendo esta herencia de generación en generación.

De esta manera, el maíz y todo el conocimiento gastronómico ancestral alrededor de este trascendió en el tiempo a platos que hoy en día se consumen a diario en la mayoría de los hogares latinos, incluyendo Colombia.

HOT CAKES DE MAÍZ

INGREDIENTES

1 ½ tazas de harina para hot cakes

1 taza de leche

1 huevo

1 taza de granos de maíz

1/3 taza de miel

12 tiras de tocino ahumado

2 cdas de mantequilla

PREPARACIÓN

Licuar la mitad de los granos de maíz con la leche y el huevo; después integra la harina. Si es necesario agrega un poco más de leche.

Calienta la miel junto con los granos de maíz, cocina a fuego bajo durante 10 minutos.

Freír el tocino hasta que esté dorado; reserva las tiras en papel absorbente.

En una sartén a fuego medio, derretir un poco de mantequilla. Dejar caer dos cucharadas de la mezcla para hot cakes por cada uno.

Colar durante 3 minutos o hasta que salgan burbujas y la orilla comience a dorar. Voltea y cuece durante un minuto más.

Servir dos hot cakes acompañándolos con el tocino, báñalos con la miel y elote al gusto.

ENVUELTO DE MAÍZ

INGREDIENTES

4 mazorcas tiernas

1 taza de queso campesino, queso fresco

½ libra queso mozzarella

¼ taza de harina de maíz

4 cdas de mantequilla derretida

2 huevos batidos

1 cdta de polvo para hornear

½ taza de melado no muy espeso (agua con panela)

1 pizca sal

Uvas pasas al gusto

Hojas de mazorca

PREPARACIÓN

Pelar las mazorcas, cortar con el cuchillo la base.

Quitar las hojas, teniendo cuidado de no romperlas.

Escoger las hojas de maíz más sanas y grandes. Lavarlas, escurrirlas bien y secarlas. Reservarlas para usarlas más adelante o usar las hojas secas que venden en los mercados y humectarlas previamente.

Retirar los granos del maíz, cortando con un cuchillo.

En un procesador preferiblemente o en licuadora, moler los granos de maíz, que no quede tan líquido.

Poner la preparación en un recipiente. Si tiene mucho líquido, escurrir el exceso.

Añadir la mantequilla previamente derretida, el polvo para hornear, los huevos, la harina de maíz, la pizca de sal, el queso blanco fresco molido o rayado.

Mezclar bien todos los ingredientes con cuchara de madera.

Agregar el melado al gusto. No poner toda la cantidad, ir de menos a más. Rectificar sabor.

Si la mezcla no está muy consistente, añadir más harina de maíz poco a poco hasta que la masa esté más firme. No debe quedar blanda o aguada.

Poner una hoja de maíz sobre una superficie plana, agregar una cantidad de masa no muy grande, de unos 8 cm. de largo.

Adicionamos la mezcla a largo del envuelto, queso mozarella, cortado en tiras y algunas uvas pasas procurando que queden bien repartidas. Poner un poco más de masa para cubrir.

Se va cerrando con la misma hoja y se pone otra hoja encima cubriendo bien. Se doblan las puntas hacia atrás. Si la hoja es lo suficientemente larga, no necesita amarrar (estas estaban demasiado cortas, funcionaron bien pero mejor si son más largas para hacer el doblez en una de las puntas.

Poner una olla para cocinar al vapor con suficiente agua. Se pueden poner horizontales o verticales. Si no tiene vaporera, se ponen las tusas o corazón de las mazorcas, en el fondo de la olla, se agrega el agua y encima van los envueltos.

Cuando ya estén organizados, cubrirlos con más hojas o con papel aluminio, para que cuando esté hirviendo no les caiga toda el agua del vapor encima y queden aguados.

Dejar hervir y cocinar por 45 minutos a fuego medio. Tener precaución y poner más agua si se va secando, verificar cada 15 minutos. Servir calientes.

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