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Katherine De Horta, la exreina de Cartagena que convirtió el esfuerzo en huella

La historia de una joven cartagenera que desde niña aprendió a buscar oportunidades y a soñar en grande, construyendo su camino con esfuerzo y convicción.

Katherine De Horta, la exreina de Cartagena que convirtió el esfuerzo en huella

Katherine De Horta, junto a sus padres, el día de su graduación. // Foto: Cortesía.

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Katherine De Horta se ha caracterizado por ser una mujer emprendedora e independiente, una autonomía que aprendió a sostener desde muy temprana edad. Durante su infancia no siempre contó con la presencia constante de sus padres, quienes, impulsados por el anhelo de sacar adelante a sus hijas, trabajaban incansablemente con la esperanza de construir un futuro mejor. Un sacrificio que hoy se ve reflejado y materializado en la vida de Katherine y de sus hermanas.

“Somos una familia pequeña y muy unida”, expresa al describir la relación con sus hermanas, un vínculo forjado a partir de sacrificios individuales que, con el tiempo, dieron frutos y consolidaron la realidad que hoy comparten.

En muchas ocasiones, su hermana mayor, Madeisy A. Modelo, tuvo que asumir el rol de madre cuando sus padres no estaban en casa. Un ejemplo que habla de lo retador que puede ser suplir la ausencia de una figura tan importante en el hogar, pero que también evidencia el fuerte lazo que se forjó al asumir esa responsabilidad compartida.

La familia de Katherine De Horta. //Foto: Cortesía.
La familia de Katherine De Horta. //Foto: Cortesía.

Así empezó a Katherine De Horta a luchar por sus sueños

Aunque hubo momentos en los que su infancia fue desafiante, especialmente por la ausencia de sus padres en algunos instantes, Katherine define la entrega constante de ellos a la vida como “resiliencia en pasta”.

En su hogar no siempre la vida fue color de rosa. Hubo días en los que no se podía esperar a que las oportunidades llegaran a tocar la puerta; por el contrario, había que salir a buscarlas. Y eso fue exactamente lo que hicieron sus padres.

Su madre amasó y rellenó, en muchos fritos, cada uno de sus sueños; esos sabores que hoy transportan a muchos a recuerdos que creían olvidados. Su padre, guarda de seguridad, entregó noches y días enteros de su vida para que en el hogar no faltara nada.

Katherine De Horta es una joven cartagenera que emprendió con una marca de ropa. //Foto: Cortesía.
Katherine De Horta es una joven cartagenera que emprendió con una marca de ropa. //Foto: Cortesía.

La resiliencia de ambos fue la base que, con el tiempo, les permitió construir lo necesario para no llegar al límite de la necesidad. Lucharon sin descanso por sus hijas y por el bienestar de cada una; guerrearon con el corazón para demostrar de qué estaban hechos y hasta dónde, sin obstáculos mayores, sus hijas podían llegar.

Katherine De Horta, una joven alegre y dispuesta a luchar por sus sueños. //Fotos: Cortesía.
Katherine De Horta, una joven alegre y dispuesta a luchar por sus sueños. //Fotos: Cortesía.

El sueño comienza a materializarse

En sus planes no estaban los concursos de belleza, pero la vida, a veces, pone a las personas frente a situaciones inesperadas que dejan huellas profundas. Así le ocurrió cuando recibió la invitación de Marta Soto, integrante de la Junta de Acción Comunal del barrio La Esperanza, para que los representara en el certamen.

Katherine, entonces con 22 años, aceptó el reto y, tras tres intentos, superó el filtro que la convirtió en candidata oficial. Fue un proceso que puso a prueba su constancia y reafirmó una lección que ha marcado su vida: insistir también es una forma de crecer.

Katherine de Horta fue representante del barrio La Esperanza en el Reinado de la Independencia. //Foto: Cortesía.
Katherine de Horta fue representante del barrio La Esperanza en el Reinado de la Independencia. //Foto: Cortesía.

En 2018, durante ese año de reinado, asumió uno de sus primeros grandes desafíos personales al representar al barrio La Esperanza en el Reinado de Independencia. Un paso exigente que no solo marcó su camino individual, sino que también impulsó a toda su familia a acompañarla y a vivir el proceso como propio. Cuando el camino comenzó a llenarse de obstáculos, no hubo lugar para el desaliento: si había que vender boletas, se hacía; si tocaba preparar y vender más fritos, también. Nunca desfallecieron.

“Yo iba a renunciar”, recuerda Katherine. Estuvo a punto de hacerlo, pero al comprender que ya no se trataba de un sueño individual, sino colectivo, decidió continuar. Para ella, el mayor premio que dejó el reinado fue claro: “Mi familia se unió más”.

Más allá de la experiencia simbólica, el Reinado de Independencia 2018 también le abrió puertas concretas. Katherine conoció personas de distintos sectores y ámbitos profesionales, al punto de vincularse durante seis meses a un trabajo administrativo en el área de tránsito. Una oportunidad que amplió su visión, fortaleció su experiencia laboral y confirmó que los espacios ganados con esfuerzo pueden convertirse en plataformas de crecimiento.

Esa conexión con su ciudad también se refleja en su proceso de formación y en la manera como ha ido construyendo su proyecto de vida. Katherine ganó una beca para estudiar Análisis y Sistemas y se graduó como Tecnóloga en Turismo e Idiomas. De manera paralela, es propietaria de una empresa de confecciones bajo su marca KDH.

Katherine De Horta lanzó su marca de ropa. //Foto: Cortesía.
Katherine De Horta lanzó su marca de ropa. //Foto: Cortesía.

La creación de su marca no nació del lujo ni de la comodidad, sino de una necesidad profunda: demostrarse a sí misma que podía construir algo propio. Katherine creció viendo a sus padres trabajar todos los días, sin horarios fijos, resolviendo la vida con esfuerzo y constancia. No había lujos, pero sí entrega. “Debía hacer algo también por ellos”, pensó. Así comenzó a tomar forma el impulso que hoy sostiene su emprendimiento.

Katherine De Horta lanzó su marca de ropa. //Foto: Cortesía.
Katherine De Horta lanzó su marca de ropa. //Foto: Cortesía.

Durante su etapa universitaria, el esfuerzo no se detuvo. “En la universidad vendí empanadas y hasta paletas” recuerda.

“La hija del guarda de seguridad y de la vendedora de fritos”

Katherine De Horta recibió su título como Tecnóloga en Turismo e Idiomas el pasado 10 de diciembre. Ese día se tomó una fotografía que no solo se volvió viral en redes sociales, sino que marcó un hito profundo en su vida. Su madre, vestida con delantal, y su padre, con el uniforme de guarda de seguridad, posan orgullosos a su lado, mientras ella luce toga y birrete. Sí, la hija “del guarda de seguridad y de la vendedora de los mejores fritos de Cartagena”, como ella misma se describió en su perfil, cumplía un nuevo sueño gracias a la suma de esfuerzos familiares.

“Gracias a Dios, lo que he conseguido nadie puede decir ‘te lo di’, sino que poco a poco lo logré, también gracias a ellos”, expresó conmovida.

Katherine De Horta, junto a sus padres, el día de su graduación. // Foto: Cortesía.
Katherine De Horta, junto a sus padres, el día de su graduación. // Foto: Cortesía.

Katherine De Horta, de 29 años, es una joven que busca visibilizar la espontaneidad, la cotidianidad y el arte presente en cada persona a partir de sus habilidades creativas, en sintonía con un profundo sentido de pertenencia por Cartagena de Indias.

Un mensaje para quienes sueñan

“Aprende a buscar más herramientas; si ves una oportunidad, tómala, no te dé miedo asumir el riesgo. Y si no la hay, prepárate por tu cuenta para construir tu propia oportunidad”.

Hoy, Katherine mira hacia adelante con la misma pasión con la que aprendió a luchar desde niña, invitando a otros jóvenes a crear oportunidades, a soñar en colectivo y a llevar el esfuerzo como bandera de vida.

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