El mundo de la animación está de luto tras confirmarse la muerte de Jim Ward, reconocido actor de voz que dio vida a personajes inolvidables en series y videojuegos. Tenía 66 años y falleció en Los Ángeles, donde recibía atención especializada debido a un Alzheimer avanzado.
The legendary voice of Doug Dimmadome and Captain Qwark, Jim Ward, has died aged 66. https://t.co/HpD17cep4U pic.twitter.com/H1k171mCkz
— IGN (@IGN) December 11, 2025
La noticia fue confirmada por su esposa, Janice Ward, y por colegas cercanos. Ward murió a las 10:45 a.m. en un centro de cuidados para pacientes con deterioro cognitivo, donde había permanecido durante los últimos años enfrentando complicaciones de salud.
Jim Ward: una voz que marcó generaciones
Jim Ward se convirtió en un referente de la animación gracias a su trabajo en “The Fairly OddParents” (Los Padrinos Mágicos), donde interpretó dos de los personajes más recordados por el público: Doug Dimmadome, el excéntrico millonario dueño del Domo Dimmsdale. Chet Ubetcha, el hiperactivo reportero que informaba con dramatismo las noticias de la ciudad.
Su talento lo llevó también a destacarse en el mundo de los videojuegos, especialmente gracias a su papel como Captain Qwark en la saga Ratchet & Clank, uno de los personajes más carismáticos del universo gamer. Además participó en producciones como Ben 10, Star Wars, Call of Duty y BioShock 2, consolidándose como una de las voces más versátiles de la industria.
Ward también formó parte del programa nacional de radio The Stephanie Miller Show durante más de diez años, donde demostró su agudeza humorística, improvisación y carisma. Su trabajo en ese espacio lo convirtió en una figura querida por el público adulto tanto como por los fans de la animación.
Colegas, fanáticos y figuras de la industria han expresado su tristeza por la noticia, resaltando el impacto que su voz tuvo en la infancia de millones de personas alrededor del mundo. Muchos lo describen como un “dios de la voz”, un artista que logró que personajes animados cobraran vida con matices únicos e irrepetibles.
Jim Ward deja un legado inmenso, lleno de personajes que seguirán viviendo en la memoria colectiva. Su partida representa una pérdida dolorosa para la animación, pero también la celebración de una carrera extraordinaria que marcó a varias generaciones.

