Hay luto en la música de la región. La Alcaldía Municipal de San Estanislao de Kostka informó el fallecimiento de Víctor Ramos Polo, destacado gestor cultural y músico de ese municipio, quien con su talento y dedicación dejó una huella imborrable en la historia cultural de Bolívar.
“Víctor fue un ejemplo de superación y amor por la música. A pesar de no poder ver, su alma brillaba a través de cada nota que salía de su acordeón, instrumento que convirtió en su voz y en su vida. Su legado permanecerá vivo en cada melodía, en cada joven que aprendió de sus enseñanzas y en cada corazón que tocó con su arte”, señala el comunicado difundido por la Alcaldía en redes sociales.
Se conoció que el gestor cultural falleció el pasado 5 de noviembre, dejando un gran vacío entre quienes admiraron su carisma y su música. En el comunicado, la Alcaldía también resaltó su talento como acordeonero, en especial por su interpretación en el icónico vallenato “Fuiste mala”, que se popularizó en la década de los ochenta.
“Su talento trascendió fronteras, quedando inmortalizado en una de las piezas más reconocidas del vallenato: ‘Fuiste mala’, melodía que hoy suena con más sentimiento que nunca, recordándonos al gran músico que fue. Desde la Administración Municipal, en cabeza del alcalde Geninson Fernández, extendemos nuestras más sinceras condolencias a sus familiares, amigos y a toda la comunidad cultural que hoy llora su partida”, puntualiza el comunicado.
‘Fuiste mala’, un legado que sigue vivo
El maestro Víctor Ramos Polo seguirá resonando en el corazón de todos los amantes del vallenato. Sus melodías, tan cotidianas como románticas, conquistaron corazones no solo en San Estanislao de Kostka, sino también en diversas regiones del país.
La canción ‘Fuiste mala’ es una composición de Luis Vega Roca, también conocido como Lucho Vega, quien además la grabó con su voz. Víctor Ramos fue el encargado del acordeón.
El sencillo narra una historia de amor marcada por la traición y el desamor: “En la noche, cuando yo me acuerdo del mal que me hiciste, yo no lloro; pero sí, por dentro, llevo una tristeza.”
En la década de los ochenta, la obra alcanzó gran popularidad y quedó inmortalizada para siempre en la historia del vallenato.