Hacía tiempo que las declaraciones de una persona no despertaban una indignación nacional ni acaparaban las portadas de los principales periódicos del país. A las puertas del Concurso Nacional de Belleza (CNB), que se celebrará en Cartagena en noviembre, una candidata fue “renunciada”, no por sus posiciones políticas -como ella intenta hacer creer-, sino por los videos publicados en sus redes sociales, en los que, sin pudor alguno, pide “bala” para presidentes y exalcaldes de Colombia.
A Laura Gallego Solís la representación de su departamento le duró cinco días. La joven fue elegida Señorita Antioquia, un título que convirtió a su antecesora, Catalina Duque Abréu, en Señorita Colombia en el 2024. Tras la elección de Gallego, usuarios en redes sociales replicaron sus videos y calificaron sus posturas políticas como agresivas, pues la joven publicaba entrevistas a precandidatos presidenciales a quienes, entre risas, les pedía elegir a quién disparar una bala: si al presidente Gustavo Petro o al exalcalde de Medellín, Daniel Quintero. Lea también: Esposa de Daniel Quintero demandó a exseñorita Antioquia por incitación a la violencia
“¿Bala para Petro o para Daniel Quintero?”, le pregunta a Abelardo De la Espriella, quien responde: “No, esos manes no valen ni una bala”.
En otro fragmento, Gallego Solís conversa con Santiago Botero, también aspirante presidencial, a quien le plantea un escenario hipotético: “Usted está en el desierto, tiene una pistola con una sola bala y salen a correr Petro y Quintero, ¿a quién le da la bala?”. Botero no titubea: “A Quintero”. A lo que la candidata replica: “Pero al menos un cachazo a Petro”.
Tras el revuelo, el CNB se pronunció e hizo un llamado a las candidatas a “abstenerse de participar en política mientras ostenten la representación de sus municipios, departamentos o regiones”. Pocos días después, Laura publicó su renuncia voluntaria mediante una extensa carta: “Siempre he creído que las mujeres somos mucho más que una cara bonita o un vestido elegante (...) Se han señalado mis posturas políticas como si pensar, opinar y defender principios fuera incompatible con ser reina. Me niego a que una corona se convierta en mordaza”, escribió en su comunicado. Lea también: “Quise ser presidenta, no reina”: Laura Gallego responde tras polémica con Petro
Sin embargo, el respeto por el otro nunca debería ser selectivo: no se puede pedir la paz del país y, al mismo tiempo, decidir quién merece una bala.
Activistas rechazan su discurso
Desde ese día, Laura Gallego ha estado publicando contenidos sobre el tema con alta frecuencia. Primero aseguró ser víctima de censura; luego afirmó que su salida del concurso y la avalancha de críticas hacen parte de un “sistema” que -según ella- exige “obediencia en lugar de pensamiento propio”.
Pero a Laura Gallego la carta del feminismo no le funcionó. Presentar su caso como uno de censura por ser mujer está lejos de lo correcto y cae en lo manipulador. Ante esto, la politóloga y activista barranquillera Karol Solís se pronunció: “Tres balas, Laura, acabaron con la vida de Miguel Uribe. Entonces, ‘darle bala a alguien’ no es una postura política y tenemos que entender por qué”, expresó en un video publicado en Instagram.
“Cuando se llama a eliminar o atacar al otro, eso no es política, es violencia. La diferencia entre una opinión política y una apología a la violencia está justamente ahí: la primera busca convencer; la segunda, eliminar”, explicó la politóloga y agregó: “Laura, puedes ser activista, puedes ser de derecha, puedes defender tus ideas. Pero lo que no puedes es hacerte viral pidiendo bala y luego posar de víctima. Cuando en tu comunicado dices: ‘Se han señalado mis posturas políticas como si pensar, opinar y defender principios fuera incompatible con ser reina’, lo único que es incompatible, tanto con el certamen como con ser buena persona, es que quieras que al otro le caigan a balazos”, puntualizó. Lea también: Ex señorita Antioquia revela que Álvaro Uribe le ofreció curul en el Congreso
A Laura Gallego Solís no se le cuestiona su evidente posición política de derecha, pero sí el hecho de seguir reproduciendo un discurso violento que tanto daño ha hecho durante años, e intentar ponerle la máscara de libertad de expresión a un comportamiento que se enmarca dentro de la apología al delito. Este tipo de discursos ensalzan el crimen y, por su naturaleza, constituyen una incitación directa a cometer un delito.
La periodista e internacionalista Laura Camila Vargas también se pronunció en contra de la exseñorita: “Es bajo y profundamente manipulador usar la bandera del feminismo para justificar un mensaje de odio. Nadie la está censurando por ser mujer; te están señalando por normalizar la violencia asesina contra líderes de izquierda”, dijo en un video.
Organizaciones como la UNESCO han sido reiterativas en la lucha contra el discurso de odio, que por definición “puede designar chivos expiatorios, crear estereotipos, estigmatizar y utilizar un lenguaje despectivo”.
A Laura Gallego Solís y a quienes sin pudor alguno por la vida humana se van en contra de otros por sus afinidades (cuales sean), solo queda hacerles una invitación: al respeto. No se puede hacer cadenas de oración por Miguel Uribe, quien perdió la vida a causa de una bala mientras realizaba su campaña política, y luego calibrar qué político merece más que le aprieten el gatillo.

