La vena musical de Fredy Andrés Pérez lo acompaña desde generaciones atrás. El cartagenero es nieto de Lucho Argaín, la voz que marcó época con La Sonora Dinamita y uno de los grandes nombres de la música tropical colombiana, Fredy creció rodeado de ritmo, talento y melodías que se filtraban desde su entorno familiar. Hoy, con 31 años y más de 15 en la industria, es una de las voces emergentes del afrobeat y el dancehall en Cartagena.
“Empecé cantando rap, después pasé al género urbano y ahora estoy enfocado en el afrobeat y el dancehall”, cuenta Fredy, quien ha consolidado su propio estudio musical en el barrio El Pozón. Allí, entre beats y letras, da vida a sus canciones junto a su productor Manrique. “Yo llego con una idea, se la canto, él trabaja la pista y luego adaptamos la letra. Es un proceso muy orgánico, muy nuestro”, explica. Lea también: Cantante de champeta dedica a Dios su nuevo tema: “Cristo vive en mí”
Yo no sufro de pena porque mi carrera no me lo permite“.
Su pasión por la música nació temprano. Recuerda que su primera canción, “Dame un chance”, la escribió en 2010 junto a un amigo. Desde entonces, no ha parado. “La vena artística la tengo desde que nací. En mi familia la música es parte de todo”, dice con orgullo.
Fredy Pérez presenta ‘La falla’
Ahora, Fredy presenta su más reciente sencillo “La falla”, una canción que escribió hace un año junto a Di Rose (Tairo de la Rosa) y Diego Lou, su pupilo y compañero de creación. “Habla sobre el desamor, de esas personas que se van y vuelven cuando ya te ven bien. El coro dice: ‘Ya no te quedes, yo quiero que te vayas, para qué seguir siempre con la misma falla’”, comenta.
A pesar de los retos del camino artístico, Fredy mantiene la mente abierta y la disposición de luchar por sus sueños: “Yo no sufro de pena porque mi carrera no me lo permite. Lo mucho que me pueden decir es un no, y sigo tocando puertas hasta que el no se vuelva un sí”. Lea también: 13 años sin el Sayayín: la historia del ídolo de la champeta en Cartagena
Actualmente, combina su faceta de cantante con su trabajo como DJ en un reconocido hotel de Cartagena, además de presentarse en distintos eventos privados. Con su talento y perseverancia, Fredy Pérez continúa escribiendo su propia historia musical, honrando el legado de su abuelo, pero con un sonido que elige por pasión y una identidad propia que conecta con las nuevas generaciones.