El presentador de La Red, Carlos Vargas, sorprendió a los televidentes al revelar dos curiosos episodios de su vida en los que terminó siendo detenido por la Policía. Durante la celebración de los 12 años del programa de farándula de Caracol Televisión, el periodista recordó con humor los incidentes que, según él mismo contó, le dejaron grandes lecciones.
En conversación con su compañera Mary Méndez, Vargas confesó que la primera vez ocurrió cuando era estudiante de Comunicación Social y Periodismo en la Universidad Jorge Tadeo Lozano, en Bogotá. Durante un intercambio de regalos por el Día de Amor y Amistad, decidió “ahorrar dinero” y terminó involucrado en un intento de hurto.
“O me gasto la plata o me robo los bóxer que quería mi amigo, y empiezo yo: este para mi amigo y le dejaba el gancho porque me daba pena”, recordó entre risas. Sin embargo, los empleados del almacén se percataron del robo y alertaron a seguridad. Acorralado, el joven Carlos intentó huir mientras arrojaba la ropa interior al aire: “Caía una lluvia de calzoncillos, yo me sentía el ladrón más ladrón”.
El presentador relató que lo llevaron junto a su amigo a la oficina de control del local, donde los amenazaron con reportarlos ante la universidad y llamar a las autoridades. El susto fue tal que su madre “casi se infarta” al enterarse.
Años más tarde, Vargas volvió a tener un encuentro con la Policía, aunque en una situación muy distinta. Ya adulto, fue sorprendido cuando mantenía relaciones íntimas en un vehículo en el Parque Nacional de Bogotá. “Esas escapadas son para hacer maldades en el carro, empañar vidrios”, bromeó durante la entrevista.
Carlos Vargas aprendió de sus anécdotas
Entre risas, aseguró que tras ese episodio “aprendí a dejar calmar la vida privada” y a no exponerse en público.
Con más de una década al frente de La Red, Carlos Vargas se ha consolidado como una de las figuras más reconocidas del entretenimiento colombiano. Aunque admite haber cometido errores, asegura que su carrera se ha basado en el respeto hacia los artistas y en mantener una relación cercana con ellos: “He sido imprudente, la he embarrado, pero uno aprende. El ideal siempre es tener una buena relación con los famosos, de lo contrario no confiarían en uno”.
Entre anécdotas, humor y autocrítica, el vallecaucano demostró que incluso los rostros más conocidos de la televisión tienen historias tan humanas como divertidas.