Lo que comenzó como una separación sentimental terminó convertido en una batalla legal por el poder, la marca y la identidad artística del máximo exponente del reguetón. Tras meses de pleitos en los tribunales de Puerto Rico, Daddy Yankee logró recuperar oficialmente el control total sobre sus nombres comerciales y artísticos, incluyendo las marcas “Daddy Yankee” y “DY”, que habían quedado en disputa con su exesposa, Mireddys González, luego de su ruptura a comienzos de este año.
El acuerdo fue sellado el viernes 10 de octubre, ante el Tribunal Federal de Hato Rey (San Juan), donde los representantes legales de ambas partes presentaron una moción conjunta que pone fin al conflicto sobre el uso del nombre del artista.
“Las partes han llegado a un acuerdo total y definitivo sobre todas las reclamaciones presentadas en esta acción”, señala el documento oficial firmado por los abogados y validado por la jueza María Antongiorgi Jordán. Lea: Nueva demanda de Daddy Yankee a su exesposa por el control de sus marcas

Con este fallo, Ramón Luis Ayala Rodríguez, nombre real del artista, queda autorizado para usar sin restricciones sus apelativos, seudónimos y marcas vinculadas a su trayectoria musical. González, por su parte, no podrá directa ni indirectamente limitar, impedir o afectar el uso de dichas marcas, ni registrar nombres similares que puedan causar confusión o diluir el valor comercial de los alias “Daddy Yankee” o “DY”.
El acuerdo —de carácter definitivo e inapelable— también establece que ninguna de las partes asumirá costas judiciales y que el tribunal conservará jurisdicción para hacer cumplir sus términos en caso de incumplimiento futuro.
La disputa legal entre Daddy Yankee y Mireddys González
La historia detrás de esta disputa se remonta a febrero de 2025, cuando el reguetonero y su esposa por más de treinta años anunciaron oficialmente su separación. Poco después, la ruptura sentimental derivó en una serie de litigios empresariales que destaparon una compleja red de reclamos financieros y administrativos.
En marzo de 2025, el intérprete de Gasolina demandó a Mireddys González y a su hermana Ayeicha Ayala por 250 millones de dólares, alegando manejos irregulares y movimientos financieros no autorizados en sus compañías El Cartel Records y Los Cangris Inc. Según documentos judiciales citados por El País y People, González habría realizado transferencias no aprobadas por el artista por un valor cercano a los 100 millones de dólares, además de haber retirado sumas millonarias sin su consentimiento.

Este no era el primer enfrentamiento entre ambos. A finales de 2024, ya se había alcanzado un acuerdo provisional que devolvía a Daddy Yankee el control de sus empresas, luego de que se denunciara que Mireddys lo había dejado sin acceso a las cuentas y archivos financieros.
El caso sobre las marcas, presentado meses después, fue una extensión natural de ese conflicto. El reguetonero alegó que su exesposa intentaba impedirle el uso de sus propios nombres artísticos en nuevas producciones y apariciones públicas, motivo por el cual solicitó la intervención del tribunal federal.

Para un artista de la magnitud de Daddy Yankee, su nombre no es solo una firma: es una marca global que simboliza más de tres décadas de carrera, éxitos musicales y una industria multimillonaria que ha trascendido fronteras. Ceder ese control significaba, en términos prácticos, perder el dominio sobre su propio legado.
Por eso, este acuerdo representa una victoria simbólica y jurídica para el pionero del reguetón. “Las partes han acordado que este tribunal dictará sentencia incorporando los términos de dicho acuerdo y que dicha sentencia será definitiva e inapelable”, detalla el documento. Lea: Confirmado: Daddy Yankee actuará en los Premios Billboard en Miami
Mireddys González, por su parte, conserva el derecho a utilizar su propio nombre comercial —“Mireddys”— y a desarrollar sus proyectos personales, pero bajo la condición expresa de no menospreciar ni interferir con las marcas del artista.