El príncipe de Gales habló por primera vez sobre una de las etapas más difíciles de su vida: el divorcio de sus padres, la princesa Diana y el entonces príncipe Carlos. En una reciente entrevista, William reveló cómo aquel episodio lo impactó profundamente y cómo influyó en la manera en que decidió construir su propia familia.
La princesa Diana y el actual rey Carlos III contrajeron matrimonio el 29 de julio de 1981, en una ceremonia que fue seguida por millones de personas en todo el mundo. De esa unión nacieron sus dos hijos, William y Harry, quienes vivieron de cerca la crisis matrimonial que culminó en separación en 1992 y en divorcio oficial en 1996. En ese momento, William tenía 14 años y Harry apenas 12, una edad suficiente para recordar con claridad los efectos emocionales que trajo la ruptura.
Mientras Harry ha hablado abiertamente de su infancia y del dolor que le causó la pérdida de su madre en su libro En la sombra, William había mantenido un silencio absoluto sobre el tema. Sin embargo, durante una conversación para el programa The Reluctant Traveler de Apple TV+, el heredero al trono rompió su reserva y se sinceró.
Esto dijo el príncipe William sobre sus padres
“De niño vi eso con mis padres, y si dejas que ese tipo de cosas se infiltren, el daño que puede causar a tu vida familiar es algo que juré que nunca le sucedería a mi familia”, expresó con honestidad. William dejó claro que su prioridad es mantener la unión junto a su esposa, la princesa Kate Middleton, y sus tres hijos: George, Charlotte y Louis.
El futuro rey también habló sobre su visión de la paternidad y el aprendizaje que obtuvo de las dificultades de su infancia. “Todo gira en torno al futuro y a que, si no les das a los niños un hogar feliz, saludable y estable ahora, los estás preparando para una etapa difícil y una caída”, comentó, reflexionando sobre la importancia de ofrecer a sus hijos una infancia tranquila y equilibrada.
William sorprendió al admitir que no desea repetir los errores del pasado. “Mis padres se divorciaron cuando yo tenía ocho años, así que duró poco. Pero uno aprende de eso y trata de no cometer los mismos errores que sus padres”, afirmó, reconociendo que la experiencia lo llevó a valorar la estabilidad emocional por encima de todo.
El príncipe también señaló que es consciente de cómo los traumas tempranos pueden dejar huellas profundas. “Todos lo intentamos, solo quiero hacer lo mejor para mis hijos. Pero sé que el drama y el estrés de pequeño te afectan mucho cuando eres mayor”, dijo con tono reflexivo.
William y Harry enfrentaron además la tragedia de perder a su madre, la princesa Diana, el 31 de agosto de 1997 en un accidente en París, un evento que marcó para siempre la vida de ambos. Hoy, William parece decidido a honrar su memoria construyendo el tipo de familia sólida y amorosa que, según confesó, siempre deseó tener.