En los cuentos de hadas siempre hay una princesa que enfrenta la maldad del mundo con la mayor de las dulzuras. A veces es una madrastra malvada, para otras un hechizo cruel o la soledad del bosque. En el caso de Mariana Morales Ospina, la princesa no nació en un castillo, sino en un barrio bogotano, y los villanos eran los niños de su colegio. Pero como en Disney, ella decidió que no habría final trágico, sino una lección: que la bondad puede ser un superpoder.
Hoy, psicóloga, modelo, actriz y Miss Universe Bogotá 2025, es la primera mujer trans en competir en Miss Universe Colombia, un certamen que este año se transformó en reality de RCN, con cámaras que mostraron a las candidatas sin filtros, riendo, llorando, compitiendo y revelando que una reina es mucho más que un vestido brillante y un físico hermoso.
“Crecí con las princesas de Disney y eso me enseñó que la maldad puede transformarse en algo bueno, que ’tienes más bondad en tu dedo meñique que lo que otra persona puede tener en todo su cuerpo’”, dice. Esa frase es su brújula de vida. Lea: Vanessa Pulgarín, de Antioquia, es la nueva Miss Universe Colombia

Mariana Morales sobrevivió al reino del bullying
Mariana nació en Bogotá hace 27 años y desde pequeña supo lo que era ser diferente y pagar un precio alto por ello. En el colegio no la llamaban ni por su nombre, sino por un apodo que se volvió su sombra: “‘Gay, pásame un lápiz’, ‘el gay está allá’. Ese era mi apodo literal todos los días”.
No encajaba en los grupos de juego, ni las niñas ni los niños la recibían: “Me segregaban. Yo terminaba sola, acompañada de otra compañerita que tenía una discapacidad. Nos quedábamos las dos”, recuerda. Hubo incluso agresiones físicas: golpes, encierros en baños, heridas en la cabeza.
La crueldad diaria la llevó a la depresión y en silencio, fantaseaba con desaparecer. Pero entonces inventó un refugio, un cuento de Disney propio: “En mi cabeza yo era una princesa. Si me insultaban, mi mente lo transformaba en halagos. Yo pensaba: ‘algún día tendré mi final feliz’”.
Entre Blancanieves y Ariel encontró espejos, como ellas, era señalada y maltratada, pero mantenía la esperanza de que la historia cambiaría.
El gran despertar de Mariana Morales, Miss Universe Bogotá 2025
A los 13 años, en la pantalla de un computador, la vida le reveló una puerta mágica, un video de la youtuber mexicana Victoria Volkova, que documentaba su transición, le mostró que no estaba sola.
“Ese día sentí que ya no podía ser la misma, porque había encontrado una respuesta. Fue como si se abriera una puerta en mi mente”.
La alegría del descubrimiento se mezcló pronto con el miedo: ¿Cómo le iba a decir a su familia? ¿Cuánto dinero necesitaba? ¿Cómo iba a enfrentarlo? La respuesta apareció en el lugar menos esperado y aunque no fue fácil, fue su madre, que al inicio trató de “corregirla” para protegerla, quien terminó siendo su mayor aliada: “¿Tú eres una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre?”, le dijo.
Esa pregunta fue un umbral. Desde entonces, madre e hija comenzaron juntas el camino, buscaron psicólogos, endocrinólogos y fundaciones. Hubo silencios, lágrimas y peleas, pero también una certeza: no estaban solas.

“Mi mamá y yo hemos sido juntas contra el mundo, un ejército en pro de mi felicidad”, afirma Mariana.
Ese acompañamiento fue decisivo, “Si yo no hubiera tenido la fuerza y la compañía para iniciar mi tránsito, a lo mejor hoy no estaría viva”.
Y así fue como todo ese dolor se convirtió en propósito. Mariana decidió estudiar psicología para que otros niños y adolescentes no sufrieran lo que ella sufrió en tantos consultorios: “Yo sufrí con psicólogos que no sabían qué era una disforia de género, que me decían que yo tenía una enfermedad. Decidí estudiar psicología para que a otros niños no les pasara lo mismo”.
Paralelo a eso, su estatura y presencia la llevaron al modelaje. Entró a la academia Grupo Cuatro, dirigida por Tony Márquez y Carolina Castro, y allí pronto encontró en las pasarelas un espacio de validación, uno donde era celebrada. Y así, el modelaje le abrió las puertas a la actuación, su verdadera pasión.
Hoy hace parte de la obra “Más que amigos”, dirigida por Robinson Díaz donde comparte escenario con Laura Barjum y Juan Pablo Barragán.
Pero sueña más alto: “Quiero protagonizar una novela o una película en la que no tenga que ser una mujer trans, sino simplemente una actriz. Porque una mujer trans puede contar cualquier historia”.

De princesa a Miss Universe
El 2025 fue un año particular para el reinado, que al convertirse en un reality televisado, dejó atrás la idea de una noche única de coronación y ahora el país veía semana a semana a las candidatas en su forma más vulnerable. En ese escenario, Mariana quien apareció con la banda de Bogotá, no iba solo por la corona, sino por algo más profundo; abrirse un camino, “Si yo hubiera querido ser solo linda físicamente, no habría dicho que soy trans. Yo no necesito una corona, ya yo gané solo porque con esto abrí puertas para muchas”.
Representar a la capital también le dio un simbolismo mayor, “No estoy representando solo a Bogotá, represento la diversidad, la idea de que esta ciudad le abre las puertas a todos”.
Su participación generó aplausos y críticas, muchos la celebraron como un gran símbolo de inclusión, mientras que otros, en especial mujeres, la atacaron con dureza. Mariana lo enfrenta con tristeza, pero sin rencor: “Me duele que quienes más me atacan son mujeres, cuando todas compartimos la misma lucha contra el machismo”.
Mariana lo repite como un mantra: “Ser mujer no es la genitalidad. Es una vivencia, un sentir, una lucha compartida”. En sus palabras, ser reina tampoco es un vestido ni una sonrisa impecable, sino la capacidad de transformar las vulnerabilidades en una fuerza colectiva.
Su corona no es solo metálica ni brillante, es una corona tejida con cicatrices que no se avergüenza de mostrar, con lágrimas que eligió convertir en fuerza, con esa obstinada fe en la bondad que aprendió de los cuentos de hadas. Lea: María Clara Cortés: Miss Universe Bolívar que inspira a una nueva generación
Por eso, aunque hoy no lleve la banda de Colombia al Miss Universe internacional, Mariana Morales ya dejó su marca. Como en los cuentos, salió del bosque oscuro y ahora enseña que la verdadera realeza está en la empatía, en la capacidad de abrir caminos y en no perder nunca la bondad.