Cartagena de Indias celebra el 11 de noviembre de 2025, 214 años de su Declaración de Independencia. En todo este tiempo se ha preservado, con grandes dificultades, una valiosa información histórica sobre qué ocurrió el 11 de noviembre de 1811, y qué siguió después de la reconquista brutal de España, en 1815, intentando recuperar con el Sitio del general Pablo Morillo, sus antiguas colonias, luego de 300 años de vasallaje.
Lo primordial del conocimiento histórico va ligado a otros saberes: el de las tradiciones dancísticas y musicales, el de la gastronomía, del patrimonio oral e inmaterial de la ciudad. Lea: Preludio de Canapote: estos son los artistas confirmados para este viernes
El general Simón Bolívar solía, después de las batallas, en días de triunfo, celebrar con música con sus soldados y le encantaba bailar durante horas. Y en días de frustración y deslealtad también se consolaba dictando tres cartas simultáneas, leyendo con voracidad en su hamaca hasta el amanecer o paseando en su caballo.

El tambor prohibido: memorias de las Fiestas de Independencia
En Cartagena, el gobierno español prohibió todo lo que le recordara las expresiones culturales y los orígenes de sus esclavizados, el tambor fue prohibido porque además de instrumento musical era una herramienta de rebelión y de mensajes cifrados; así que gradualmente lo aceptaron que sonara los domingos.
La música de los indígenas con sus caracoles y gaitas de hueso, también fue estigmatizada, como si fuera una expresión demoníaca. La música y la danza en Cartagena formaron parte de esa historia violentada.
En los ejércitos de la Independencia en Colombia participaron todas las razas: blancos, negros, pardos, mestizos. También dentro de esos ejércitos y entre los generales de la República hubo racismo y prevención contra los líderes negros y mulatos. Lea también: Ximena Silva: de Reina de la Independencia al Reinado del Turismo 2025
La historia colombiana no escapó a sus influjos malignos. La Independencia de Cartagena se hizo con negros y blancos, pardos y mestizos. La proclamación de la libertad de los esclavizados se legalizó el 21 de mayo de 1851, pero la mentalidad esclavista y racista prevaleció en ciertas mentalidades en Cartagena y el resto de la nación. La ciudad amurallada lo fue en lo físico y mental.
Y transcurrieron 20 años después de la declaratoria de nuestra Independencia, para que las ataduras con España fueran definitivas.
La construcción de una celebración histórica es también una construcción de ciudadanías. Que niños, niñas, jóvenes y adultos se sientan orgullosos de la magnitud del sacrificio de Cartagena por ser libre después de tres centurias, amerita que se conozca esa historia y se disfrute la celebración con danzas, música, cabildos y manifestaciones que preserva el pueblo cartagenero cada año.