La música, como afirma el compositor y productor colombiano Julio Reyes, debe exaltar siempre la belleza. Ese es un deber cumplido de Joaquina, una cantautora venezolana-estadounidense que se convirtió en la persona más joven con un Grammy Latino, cuando en el 2023 la academia le otorgó el premio en la categoría Mejor nuevo artista. Joaquina tenía apenas 19 años.
Su despertar en el arte fue prematuro, siendo apenas una niña. Entre libros de Isabel Allende, poemas y música, Joaquina se convirtió en una niña sensible, con una mirada mucho más profunda que el promedio de su edad. Esa exposición temprana a la literatura y a la música hizo despertar en ella el deseo de liberarse a través de su voz; de transmitir su mundo interior a otras personas que quizás podrían sentirse identificados con su canto emotivo.

“Yo empecé a cantar muy chiquita, pero más que todo me enamoré de la literatura, de los libros, del teatro, de la escritura y mi primer instrumento en realidad fue el violín, a los tres años empecé a tocarlo, luego lo dejé pero estaba obsesionada”, cuenta en diálogo con Viernes. Luego del violín vino el piano, los clubes de lectura, la poesía y el canto; el arte en Joaquina fue cocinándose a fuego lento y su punto de ebullición llegó en la adolescencia cuando empezó a mostrarle al mundo su universo interior. Lea también: Joaquina estrena “Escapar de mí”, una canción de autodescubrimiento
En el 2022 salió a la luz ‘Rabia’, una canción en la que explora la desazón que produce el desamor; la canción logró posicionarse como una de las más escuchadas y le dio a Joaquina la posibilidad de conectar con miles de personas de todo el mundo. “Noches de verano, atardecer en la autopista/ Bacilos en la radio, tus canciones favoritas/ Cantábamos a to’ pulmón/ ¿Te acuerdas, o solo soy yo?”, dice la primera estrofa de la canción que hoy por hoy tiene miles de covers en redes sociales como TikTok.

Joaquina llegó siendo muy joven al programa Art House de Julio Reyes en Miami, Estados Unidos, quien ha trabajado con artistas como Alejandro Sanz y Pablo Alborán, pero que ahora dedica su carrera a los talentos emergentes.
Julio conoció el potencial de la joven venezolana y quedó fascinado por su sensibilidad y por su terquedad de “hacer la música que ella quería, no la que le dijeron que tenía que hacer”, como escribió el día que ganó el Grammy. Juntos compusieron ‘El alquimista’, una canción que hace referencia a una conversación con Dios, a quien la artista le cuestiona la existencia de la guerra, el dolor y la injusticia: “Si hiciste a los hombres a tu semejanza, ¿por qué algunos callan al pueblo con balas?/se vendan los ojos con puro cinismo/ y le roban la vida y los sueños a un niño”. Lea también: Joaquina, la cantante venezolana con un Latin Grammy a sus 19 años
El arte de escribir (y sentir) canciones
Para Joaquina la escritura es un ejercicio diario, no un instante de iluminación. Cree en las musas, pero se aferra a la idea de que escribir una canción no debe responder únicamente a una emoción volátil sino a la disciplina del oficio. Por eso le gusta mucho leer, porque siente que entre más lo hace le es más fácil aflojar la mano al momento de sentarse a escribir. “Ahora mismo estoy escribiendo muchísimo más, o sea, yo creo que si escribo, escribo, escribo, al final eso es lo que más me ayuda, incluso a salir de un bloqueo creativo”.
“Alguna vez una profesora de literatura en el colegio dijo que los mejores escritores no copian, roban, y la forma en la que yo interpreté eso es que uno debe estar alerta siempre en la vida”, dice.
Algún día por ejemplo, la inspiración puede venir de la mano de una anécdota familiar, o de la historia trágica de la amiga a la que le rompieron el corazón, por eso es tan importante escuchar las historias para luego darles vida en el arte; así lo hizo con ‘Amarillo’, su último sencillo. La canción nació de la historia de una amiga que soñó que veía a su exnovio bailar con otra mujer en la sala de la casa en la que algún día vivieron. “Bueno, a mí me apasiona mucho lo que dice el precoro de ‘Soñé que regresaba a tu apartamento y bailabas en la sala, pero no es conmigo’. Esa estrofa la escribí sentada en la sala de mi casa… Yo imaginaba a ellos dos bailando y muriéndose de la risa y ella en la esquina viéndolos, pero ellos no se dan cuenta porque es invisible”, relata.
Joaquina ha conquistado a una generación convulsa, acostumbrada al brillo de las pantallas y a la saturación de estímulos. Sus canciones invitan a vivir la vida con el corazón en la mano, a liberarse de los prejuicios y a descubrir la belleza que se esconde tras lo cotidiano.
El 31 de enero de este año Joaquina lanzó su álbum debut ‘Al romper la burbuja’, un retrato intimista de la artista que hace la transición a la adultez en medio de los cambios que tal etapa conlleva. A través de 14 canciones, como ‘Pesimista’, ‘Aeropuerto’ y ‘Escapar de mí’, Joaquina refleja la madurez personal que ha adquirido a pesar del éxito temprano y la añoranza por aquellas veces que quedaron atrás. “Estoy al otro lado del Atlántico, pensando en alguna vacación nuestra aquí”.