Una de las profesiones más difíciles es el periodismo. A diario, los comunicadores sociales se ven expuestos a hechos tan violentos como conmovedores. La tarea, más allá de informar, consiste en intentar apartar al ser humano del hecho noticioso; sin embargo, en esa misma fragilidad aflora la sensibilidad frente al suceso.
Esa situación la vivió en carne propia la presentadora hondureña Satcha Pretto, reconocida como una de las periodistas más respetadas de la televisión hispana. En las últimas horas, la comunicadora protagonizó un momento que ha despertado la solidaridad de colegas y televidentes.
Mientras informaba con rigor, profesionalismo e imparcialidad sobre la última hora del tiroteo registrado ayer en una escuela de Minneapolis, Estados Unidos, Pretto no pudo contener el llanto.
“Realmente nos conmueven estas imágenes de estas muchachitas que se abrazan… Como mamá, nos duele que se registren este tipo de incidentes porque todos los días mandamos a nuestros niños a las escuelas pensando que van a estar bien y, desafortunadamente, ahora nos enfrentamos a esta noticia de última hora”, dijo visiblemente afectada.
Satcha Pretto ofreció disculpas a los televidentes por emocionarse de esa manera. “Pero de verdad que es injusto que los muchachitos vayan a sus escuelas y tengan que enfrentar esto”, agregó.
“Hay ciertos estudios que señalan que, desafortunadamente, estas nuevas generaciones, en algún momento de su vida, van a ser testigos de algún tipo de tiroteo, ya sea en una escuela o en otro lugar”, advirtió.
Lo que pasó en una escuela católica de Minneapolis
El trágico tiroteo en una escuela católica en Mineápolis, que dejó dos niños muertos y 17 heridos, ha sido objeto de una masiva de desinformación centrada en la identidad de género del tirador bajo una narrativa que está impulsando desinformación y ataques contra la comunidad transgénero, incluidos por parte de miembros de la Administración Trump.
Pese a que varias informaciones apuntan a que el atacante se identificó como “trans” en el pasado, la incidencia de este tipo de personas como autores de tiroteos es mínima en las estadísticas y está por debajo de su peso en el resto de la población.

La licencia de conducir del atacante, Robin Westman, figura como una mujer que nació el 17 de junio de 2002, según la información a la que tuvo acceso ABC News.
Un tribunal del distrito de Minesota aprobó en 2020 una solicitud de cambio de nombre de Robert a Robin Westman a petición de la madre del autor del crimen, quien declaró que su hijo, entonces menor de edad, “se identifica como mujer”, según figura en los documentos judiciales.
Sin embargo, en un diario que compartió en Youtube antes de la masacre, Westman parecía arrepentirse de su cambio, que no está confirmado que incluyera terapias hormonales o de cambio de sexo.