En el corazón de Valledupar, donde el viento susurra vallenatos y la tierra canta historias, se erige una estatua que ha trascendido su función de monumento. La escultura de Diomedes Díaz, el “Cacique de la Junta”, ubicada en el Parque de la Provincia, se ha convertido en un símbolo de esperanza para muchas mujeres que sueñan con ser madres.
El ritual es sencillo pero cargado de fe: algunas mujeres que enfrentan dificultades para concebir se acercan a la estatua, se sientan en sus piernas, le besan la frente y piden el deseo de quedar embarazadas.
Aunque parece una leyenda urbana, la historia ha cobrado fuerza con el testimonio de Rafael Santos, hijo mayor del cantante. Lea: Ana del Castillo se tatuó la cara de Diomedes Díaz y causó revuelo en redes

Rafael Santos confirma que estatua de Diomedes Díaz hace milagros a mujeres
“Yo no lo quería creer, pero es verdad; hay filas de mujeres que lo hacen y ya van como cinco que han quedado en embarazo”, aseguró Santos, también cantante vallenato, confirmando así la veracidad de esta curiosa tradición.
Una de las historias que más ha llamado la atención es la de Cindy, una joven de 22 años que asegura haber quedado embarazada tras realizar el ritual frente a la estatua.
Según relata, su esposo se encontraba prestando servicio militar cuando ella visitó el monumento. “Yo no sé por qué la gente a mí no me quiere creer y me toma por loca, porque no he estado con ningún hombre”, aseguró.
El fenómeno ha trascendido fronteras y medios de comunicación, convirtiendo la estatua en un punto de peregrinación para turistas y curiosos.
Más allá de la veracidad científica de estas historias, la escultura de Diomedes Díaz se ha consolidado como un atractivo cultural y turístico de Valledupar, donde la fe, la tradición y el vallenato se encuentran en un mismo lugar. Lea: Diomedes Díaz: En video, pareja de mujeres se compromete frente a su estatua
Así, el “Cacique de la Junta” sigue vivo en la memoria colectiva, no solo a través de su música, sino también mediante las leyendas que continúan tejiendo su historia en el corazón de Colombia. Para muchos, la estatua no es solo un monumento; es un símbolo de esperanza, un punto de encuentro con la fe y la magia que aún envuelve la figura del ícono vallenato.