Después de más de 35 años marcando el rumbo editorial de una de las revistas más influyentes del planeta, Anna Wintour dejará de ser la editora en jefe de Vogue en Estados Unidos. La noticia, confirmada por el grupo editorial Condé Nast, representa el cierre de una era en la historia del periodismo de moda.
La ejecutiva británica, cuyo estilo y autoridad redefinieron la narrativa visual y editorial de Vogue desde 1988, asumirá nuevas funciones dentro de la empresa, en un movimiento que responde a su creciente presencia estratégica en el conglomerado. Aunque deja su cargo más emblemático, Wintour seguirá ejerciendo como directora de contenidos de Condé Nast y como directora editorial global de Vogue, roles que abarcan un vasto universo de publicaciones en todo el mundo. Lea también: Cartagena Fashion Week 2025: moda, estilo y creatividad se toman el Caribe
La transición incluye la creación de una nueva figura dentro de la revista: un director de contenido editorial exclusivo para Vogue en Estados Unidos, una función que ahora se separa formalmente del rol global que Wintour ha venido desempeñando simultáneamente desde 2020.
Cambios en la Revista Vogue
Desde la presidencia del consejo editorial, Wintour mantiene la supervisión de revistas icónicas como Vanity Fair, GQ, Glamour, Wired y Condé Nast Traveler, con excepción de The New Yorker, que continúa siendo gestionada de manera independiente. Su peso en la industria editorial trasciende lo impreso: también es la cabeza visible del Instituto de Moda del MET de Nueva York y el rostro más reconocido de la Met Gala, evento que cada año reúne a lo más selecto del mundo artístico bajo una temática estética común. Lea también: Galería: moda e identidad cultural en Farex 2025
Más allá de su trayectoria profesional, Anna Wintour ha sido un personaje de referencia en la cultura popular. Su característico estilo, con gafas oscuras y corte bob, inspiró a la actriz Meryl Streep para encarnar a la temible Miranda Priestly en El diablo viste a la moda, película que consolidó aún más su mito.
A pesar de dejar su cargo directo en la versión estadounidense de Vogue, Wintour continuará marcando tendencias desde el nivel más alto del imperio Condé Nast, consolidando su lugar como una de las figuras más influyentes del periodismo y la moda internacional.