Andy Byron, CEO de la firma de inteligencia artificial Astronomer, se convirtió en el protagonista de un escándalo viral tras aparecer besando a una colega en plena “kiss cam” durante un concierto de Coldplay.
Aunque en redes sociales comenzó a circular un supuesto comunicado en el que se disculpaba con su esposa y su equipo, la empresa desmintió que el mensaje fuera real. Ni él ni su acompañante se han pronunciado oficialmente.
Por estos días, Andy Byron pasó del anonimato corporativo a ser una de las caras más comentadas de internet, luego de que las pantallas del Gillette Stadium de Boston lo enfocaran besando a Kristin Cabot, directora de Recursos Humanos de su propia compañía, Astronomer, durante el concierto de Coldplay del miércoles 17 de julio.
El momento, que fue visto por miles de asistentes en vivo y por millones en redes sociales, generó una ola de reacciones, no solo por el componente romántico, sino porque Byron está casado y tiene dos hijos. Lea: Coldplay: video muestra infidelidad de empresario con ejecutiva de su compañía
La escena fue tan evidente, que incluso Chris Martin, vocalista de la banda, hizo un comentario durante el show: “¿Son pareja o tienen una aventura?”, bromeó el cantante, aumentando la tensión en el estadio y, sin quererlo, desatando lo que ya se conoce como el “ColdplayGate”.
El comunicado de Andy Byron es falso
Al día siguiente del incidente, varios medios replicaron un supuesto comunicado en el que Andy Byron parecía aceptar su responsabilidad y ofrecía disculpas públicas:
“Lo que se suponía sería una noche de música y alegría se convirtió en un error profundamente personal que se desarrolló en un escenario muy público. Quiero excusarme con mi esposa, mi familia y el equipo de Astronomer. Merecen algo mejor de mí como socio, como padre y como líder”, decía el texto.
Además, el mensaje —que fue ampliamente compartido— incluía una solicitud de privacidad y una reflexión sobre cómo un momento íntimo se había vuelto viral sin su consentimiento: “También quiero expresar lo preocupante que es que lo que debería haber sido un momento privado se haya hecho público sin mi aprobación”.
Sin embargo, todo fue un montaje.
Según confirmó el portal de entretenimiento TMZ, el comunicado es falso. La compañía Astronomer, al ser consultada, negó rotundamente que su CEO haya emitido esa declaración y alertó sobre una posible suplantación de identidad. Andy Byron, de hecho, no se ha pronunciado oficialmente sobre lo ocurrido. Tampoco lo ha hecho Kristin Cabot.
Astronomer reaccionó rápidamente al escándalo y confirmó que tanto Byron como Cabot fueron puestos en licencia administrativa mientras se desarrolla una investigación interna. La empresa también desmintió categóricamente las versiones que aseguraban que otros empleados estaban involucrados o que el entorno laboral estaba comprometido.
“La junta directiva ha iniciado una revisión interna para aclarar los hechos. Tomamos este asunto con seriedad y respetamos la privacidad de todos los involucrados”, dijo un portavoz en un comunicado oficial.
¿Una relación con antecedentes laborales?
Uno de los elementos que más sospechas ha generado es que Kristin Cabot había sido ascendida recientemente a directora de Recursos Humanos. Aunque inicialmente se afirmó que era una mujer casada, medios estadounidenses rectificaron y confirmaron que está soltera desde 2018. Así, el único comprometido en términos matrimoniales era Andy Byron.
En redes sociales, los comentarios no se han hecho esperar. Muchos exfuncionarios de Astronomer salieron a señalar que la empresa tiene una cultura “intimidante” y “agresiva”, lo que ha encendido alarmas sobre posibles conflictos de poder o relaciones poco éticas al interior de la compañía.
Por otro lado, la esposa de Byron, Megan Kerrigan, eliminó su apellido de las redes sociales tras el escándalo, alimentando las versiones de una posible separación.
El “beso delator” se convirtió en tendencia mundial, con millones de vistas, memes y hasta camisetas con la frase “Kiss Cam Affair” (aventura de la cámara de besos).
Pero también abrió un debate sobre los límites entre lo privado y lo público. El Washington Post publicó una columna en la que advierte que el episodio puede ser una advertencia sobre la falta de privacidad en espacios masivos, y cómo un instante íntimo puede arruinar la vida personal y profesional de alguien. Lea: Andy Byron rompe el silencio tras escándalo público de infidelidad: esto dijo
Incluso Coldplay se pronunció de forma indirecta, informando que en próximos conciertos podrían limitar el uso de cámaras en ciertos sectores para proteger la privacidad del público.