A sus 54 años, Paola Turbay continúa siendo una figura querida en la televisión colombiana. Su elegancia, simpatía y cercanía con el público la han acompañado desde que fue coronada Señorita Colombia en 1991, pero detrás de su imagen pública hay una historia poco conocida por sus seguidores.
En una reciente entrevista para el programa La Red, la también actriz compartió detalles de su niñez que sorprendieron a muchos. Mucho antes de ser reina de belleza, Turbay se dedicó por una década a la gimnasia artística, una disciplina que practicaba con total entrega desde los seis hasta los 16 años.
Durante esos años, entrenaba hasta cuatro horas diarias, en un régimen exigente que dejó huellas profundas en su salud. Lea también: Paola Turbay revela video inédito de su primo Miguel Uribe previo al atentado
Paola Turbay y el fuerte accidente que vivió de niña
Uno de los episodios más significativos ocurrió durante una sesión de entrenamiento, cuando cayó de cabeza tras un salto desde el trampolín. Aunque en ese momento no presentó lesiones visibles, el impacto fue mucho más grave de lo que parecía. Con el paso del tiempo, comenzaron a surgir dolores persistentes en su cuello y columna, además de problemas en la mandíbula.
“Hace dos años di con un doctor especialista en el cuello que identificó el problema que tenía”, contó en la entrevista. Gracias a ese diagnóstico, inició un tratamiento que incluyó ortodoncia por más de un año para realinear su mandíbula y mejorar la rigidez cervical que la acompañaba desde hace años. Lea también: Paola Turbay y el día que halló marihuana en el cuarto de su hijo
Turbay aprovechó el espacio para enviar un mensaje claro a padres y jóvenes deportistas: “Hay que cuidarse, porque todas esas cosas que uno hizo de pequeño las paga después”. Su relato evidencia cómo una práctica mal supervisada o una lesión aparentemente menor puede tener efectos duraderos.
Además de los problemas cervicales, reveló que ha tenido múltiples fracturas a lo largo de su vida, afectando hombros, tobillos e incluso el coxis. Aunque no se arrepiente de su pasado como gimnasta, reconoce que su cuerpo ha sido el reflejo de años de exigencia y esfuerzo físico.