Alejandro Sanz es uno de los artistas más reconocidos a nivel mundial. A sus 56 años, es el artista español con más premios Grammy: suma 22 Latin Grammy y 4 Grammy. Desde su debut en 1991 ha vendido más de 25 millones de discos, consolidando una carrera repleta de éxitos.
El intérprete de clásicos como Corazón partío, Aquello que me diste o Cuando nadie me ve vuelve a los escenarios con su gira ¿Y Ahora Qué?, que se desarrollará del 4 de septiembre al 22 de octubre en México.
En su nuevo álbum, Sanz mantiene su esencia con letras profundas, pero también se reinventa con nuevos ritmos y sonidos. “He intentado hacer cosas que no suenen a mí, pero no lo he conseguido. Tengo una raíz muy fuerte que viene del flamenco, que viene de toda la música que ha sido de mi infancia y que me perseguirá por siempre”, confesó en una entrevista con EFE. Lea: Alejandro Sanz emociona con su nuevo disco ‘¿Y ahora qué?’
En ese mismo encuentro, destacó que el disco recorre distintos estados emocionales, desde el desamor en Palmeras en el jardín o Hoy no me siento bien (junto a Grupo Frontera), hasta el deseo y romanticismo en temas como Eso es amor, El vino en tu boca y ¿Cómo sería?, esta última en colaboración con Manuel Turizo.
Uno de los momentos más esperados del álbum es Bésame, su reencuentro con Shakira, casi 20 años después de La tortura.
Una fan acusa a Alejandro Sanz de haberla utilizado
En redes sociales ha estallado la polémica tras la publicación de un video de Ivet Playà, una fan del cantante, que relata una supuesta relación con él. El clip, de 3 minutos y 30 segundos, ha generado una intensa conversación digital. “Lo hago por la niña que fui, pero sobre todo por la mujer que soy ahora”, afirma al inicio. Lea: El picante comentario de Alejandro Sanz a Shakira en concierto
Playà detalla que todo comenzó en 2015, cuando ella tenía 18 años. “Me siguió en redes sociales y yo alucinaba con que alguien como él, tan famoso y querido, me mandara mensajes privados y comentara mis fotos”, relató. Acompañó sus palabras con capturas de pantalla de interacciones públicas y privadas con el artista.
Según su testimonio, se conocieron en persona cuando ella tenía 18 y él 49. “Para mí ha sido muy duro saber que Alejandro sabía lo que yo era: una niña”, explicó.
Afirma que, un año después, ya con 19 años, dejó su hogar en Barcelona para mudarse a Madrid por una propuesta laboral de Sanz. A partir de ahí, asegura, el vínculo se volvió “íntimo y sexual”. “Me hice 10 conciertos en un mes y medio. Él lo sabía y jugó con mis sueños (…) Mi vínculo con Alejandro Sanz fue irremediable. Se convirtió en íntimo y sexual”, insiste.
Playà describe cómo pasó de vivir un sueño a una pesadilla: “Me siento engañada, utilizada, humillada… incluso sucia, porque no sé quién pudo ver lo que yo le mandaba en mi más absoluta intimidad”.
En la parte final del video, subraya su decisión de romper el silencio: “Ya no soy esa niña que estaba dispuesta a todo por estar cerca de él. La Ivet de hoy sabe lo que es un vínculo sano. Reconozco cuando alguien actúa con el corazón y cuando solo se aprovecha del corazón de los demás”.
El video, que ya acumula más de 12.000 visualizaciones en plataformas como X (antes Twitter), ha provocado una ola de reacciones divididas. Algunos usuarios consideran que la relación fue consensuada y cuestionan sus motivos; otros, en cambio, le expresan apoyo por atreverse a compartir su experiencia.
Reacciones divididas en redes tras la denuncia contra Alejandro Sanz
La denuncia pública de Ivet Playà ha provocado un intenso debate en redes sociales, donde las opiniones están polarizadas. Algunos cuestionan sus intenciones y destacan que tenía edad legal para tomar decisiones, mientras otros apelan a la empatía y al contexto de poder.
“Que un famoso de 45 años se acueste con una fan de 22 es algo moralmente cuestionable, pero ¿qué quieres denunciar? Tenías 22, eras adulta y sabías con quién te acostabas”, señala un usuario.
Otro comentario añade: “Pensar que vas a tocar la lotería acosando a un artista como Alejandro Sanz, siguiéndolo a 15 conciertos con apenas 18 años, esperando vivir de su dinero sin hacer nada… eso es lo que da asco. Pero más asco da él: contratando fans recién salidas del instituto para acostarse con ellas. Tiene 50 años, sabe perfectamente lo que hace. ¿Qué esperabas, un cuento de hadas? Llorar en redes porque ‘te usó’ no te convierte en víctima. Hoy muchas vividoras se disfrazan de pobres chavalas”.
En contraste, también hay voces que invitan a la reflexión: “Empatía. Ella no está hablando de un delito, pero pensemos si algo así le pasara a tu hija, sobrina, nieta o hermana. ¿Cómo te sentirías? Lo que ella expone es una realidad que debería hacernos reflexionar sobre la vulnerabilidad emocional de los adolescentes”.