La figura de Pablo Escobar Gaviria, el temido líder del Cartel de Medellín, sigue generando interés décadas después de su muerte. Su historia no solo marcó a Colombia por la violencia y el narcotráfico, sino que también dejó profundas huellas en su familia.
Ahora, uno de sus hijos ha vuelto a hablar públicamente, revelando un impactante episodio de traición dentro del círculo familiar. Lea:Si la vida te da mandarinas: análisis del K-drama más visto hasta ahora
Juan Pablo Escobar Henao, quien hoy se hace llamar Juan Sebastián Marroquín, compartió en una entrevista para el pódcast Melo Montoya una confesión que sorprendió a muchos: tras la muerte de su padre, una tía suya le robó los 9 millones de dólares en efectivo que Pablo Escobar le había dejado.
“Sí, claro, me dejó 9 millones de dólares en efectivo”, aseguró Marroquín durante la conversación. Explicó que, en ese momento, su familia vivía en un hotel con medidas extremas de seguridad y que la millonaria suma se encontraba en Medellín. Ante la necesidad de pagar una elevada cuenta del hotel, dice que le reveló a su tía el lugar exacto donde estaba el dinero.
“Se me acabó la plata para pagar el hotel. Le dije a una tía porque la plata estaba en Medellín y yo no podía salir. Teníamos todo un piso del hotel alquilado por seguridad, y además, se alimentaban más de 150 hombres del ejército y la policía que nos protegían. Ellos no pedían hamburguesas, pedían langosta, whisky, champaña... la cuenta era tremenda”, relató.
La confianza depositada en su familiar terminó en una dolorosa traición:
“Ese fue el último día que vi a mi tía y los 9 millones de dólares. Se los llevó. Y qué bueno, porque nos liberó de toda esa pendejada”, dijo Marroquín con tono irónico, dejando ver que, a pesar de la pérdida, prefiere haber cerrado ese capítulo de su vida. Le puede interesar:It tendrá su propia serie en HBO: así será ‘Bienvenidos a Derry’
Una infancia marcada por la violencia y el exilio
Juan Sebastián Marroquín ha sido uno de los pocos miembros del clan Escobar que ha hablado abiertamente sobre su niñez y el legado de su padre. Desde el asesinato de Pablo Escobar en Medellín, el 2 de diciembre de 1993, su familia tuvo que abandonar Colombia por seguridad y refugiarse en el exterior bajo nuevas identidades.
En sus múltiples entrevistas, libros y documentales, Marroquín ha intentado reconstruir la historia desde su perspectiva, asumiendo un papel de reconciliación y memoria, a la vez que denuncia el impacto destructivo del narcotráfico.