Desde que Peter Manjarrés lanzó Que Dios te bendiga, la canción se ha convertido en una presencia casi obligatoria en los cumpleaños. Este cantante de música vallenata logró hacerse un nombre y abrirse espacio en un género que ya contaba con sus propias leyendas. Hoy, gracias a su trayectoria y a otros célebres éxitos que el público no deja de cantar, Manjarrés también forma parte de la jerarquía del vallenato.
En conversación con Viernes de El Universal, el artista habló sobre el lanzamiento de su nuevo álbum La Jerarquía, con el que consolida su lugar entre los artistas más influyentes del vallenato actual.
-Usted es odontólogo de profesión. ¿Cuándo apareció la música en su vida?
Bueno, nací en Valledupar. Y te hablo del vallenato porque ese es mi género, eso es lo que me apasiona. Creo que lo más importante de haber nacido allá fue mi mamá, ¿sabes? Ella era una mujer muy alegre. Falleció hace dos años y medio, pero fue esa alegría suya la que me marcó. Lo que soy musicalmente se lo debo a ella, porque crecí en un entorno lleno de alegría y música, sin pensar en ser cantante. Lo mío es totalmente natural, empírico. Lea también: Peter Manjarrés contó cómo es su relación con Silvestre Dangond
Soy odontólogo, sí, pero lo mío en la música es empírico. No fui a una academia, nunca estudié ningún instrumento.

-Entonces es una persona apasionada...
Yo creo que cuando uno tiene disciplina y pasión, puede llegar lejos. Seguramente hay gente con más talento que yo, tanto en el vallenato como en la música en general, pero además del talento, uno necesita pasión y disciplina para tener éxito. Nunca he creído en la fama, creo en el éxito. Y yo hago éxitos.
-¿Qué es el éxito para Peter Manjarrés?
Cuando digo que hago éxitos, lo digo con humildad. Eso es lo que me ha permitido dejar un legado, una historia de más de 20 años. Canciones como ‘Que Dios te bendiga’, ‘Tragado de ti’, ‘La sincelejana’, ‘El amor de mi sabana’, ‘El papá de los amores’, ‘El caballero’... todas son reales, vallenatos reales.
Salí al ruedo en el año 2000, una época en la que estaban los grandes del vallenato. Era bonito, sí, pero también fue un reto.
-¿Qué les aprendió?
Ellos siempre serán grandes. Crecer junto a ellos me ayudó a ser quien soy. De cada uno aprendí algo. Tomé lo mejor de cada uno porque crecí viéndolos, los conozco como artistas y como personas. Y los sigo respetando. Mi generación fue criada con respeto.
-Hablábamos de su mamá. ¿Ella lo descubrió como cantante?
Mi mamá nunca me dijo que cantara, pero fue ella quien me descubrió. ¿Te imaginas que me hubiera preparado desde niño, que me hubiera metido a una escuela, enseñado instrumentos o piano? No sé dónde estaría ahora. Por eso digo que Dios es perfecto. Me considero empírico, y me gusta ser así. Mi mamá hizo lo que debía hacer, sin ningún interés. Lea también: Esposa de Peter Manjarrés estalló las redes con cambio físico: ¿qué se hizo?

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-¿Qué recuerda de esas primeras veces en el escenario?
Siempre que bajo de un escenario salgo feliz. A los artistas nos pasa de todo allá arriba, pero nadie se da cuenta. Hay momentos icónicos. Por ejemplo, el año pasado le decía a mi grupo que para mí, la mejor presentación fue en Tunja, a las dos de la mañana, con una temperatura de menos dos grados. Fue el 20 de diciembre. Para mí, esa fue la mejor. Ellos me decían que preferían otras fechas, pero para mí, esa fue como la mejor presentación de mi vida.
-¿Cómo describes tu evolución musical?
Creo que con este álbum puedo decir que he alcanzado una madurez musical. Y no lo digo solo yo, lo dice la gente. Cuando el público te dice “esto está bueno”, uno entiende que va por el camino correcto. Por eso el disco se llama La Jerarquía.
-¿Qué te da esa jerarquía?
La experiencia. De triunfos, de derrotas, de éxitos. Porque la música tiene altos y bajos. Este álbum no lo hice para ganar plata, ni para llenar estadios, ni para hacer un gran lanzamiento. Lo hice para hacer música. Estoy defendiendo las raíces, la esencia del vallenato. Siento que debo devolverle al género todo lo que me ha dado. No le puedo fallar al vallenato. No puedo serle infiel.
Ahora no soy ni el más viejo ni el más joven. Estoy en la mitad. Los grandes ya hicieron su parte, ahora me toca a mí mantener el género.
-¿Qué opinas del vallenato que se hace actualmente?
La nueva ola fuimos nosotros, pero eso fue una generación. Nunca estuve de acuerdo con que la “nueva ola” fuera un ritmo. Era una nueva generación con otro chip. Después de 20 años, claro que ha evolucionado. Vienen chicos haciendo lo que llaman “salchipapa”, que a mí no me gusta que lo llamen así, pero bueno. Yo digo: el que quiera hacer eso, que lo haga, pero que lo diga. No se puede confundir a la gente. Hay quienes lo disfrutan, quienes no. Y el que lo disfruta, lo contrata y lo escucha.
¿-Qué trae de diferente La Jerarquía?
Lo diferente es que, en pleno 2025, es vallenato de verdad. Tiene un sonido que recuerda lo análogo, sin serlo. Me interesa que escuchen el disco, nada más. Es un álbum completo, que rescata la esencia del vallenato. Grabamos una canción muy hermosa que se llama ‘Imágenes’, que es todo un éxito aquí en Cartagena y Montería. Donde hay corralejas, la gente la ama. Es un porro poético.
¿Cuál es la invitación a los lectores de El Universal?
Que escuchen este álbum. Gracias por abrirme las puertas de nuevo. Escúchenlo con atención. Cartagena de Indias sabe mucho de vallenato. Aquí no se puede meter gato por liebre. Es una ciudad exigente, porque es melómana.