La influencer mexicana Alana Flores, conocida por su carisma en redes sociales, su pasión por el boxeo, el fútbol, y sus contenidos llenos de humor y autenticidad, ha sido víctima de un ataque digital sin precedentes. En los últimos días, su nombre ha estado en el ojo del huracán tras la difusión de una imagen íntima y un video sexual que rápidamente se viralizaron en plataformas como X, TikTok y Telegram.
Lo que parecía ser un escándalo se ha revelado como una amenaza más grave: una agresión digital basada en inteligencia artificial.
Según los primeros análisis forenses realizados con herramientas como ‘AI or Not’, la imagen explícita que se ha compartido fue probablemente generada por IA, marcándola con las etiquetas “Likely AI generated” (probablemente generada por inteligencia artificial) y “NSFW: YES” (contenido sexual explícito).

Todo apunta a que la fotografía fue fabricada mediante programas como ‘Stable Diffusion’, un tipo de software que, sin restricciones ni filtros, puede entrenarse para producir imágenes falsas con niveles alarmantes de realismo.
Es decir, se trata de pornografía falsa—una forma contemporánea y peligrosa de violencia digital. Lea: Guerra declarada: Yina enfrentó a Westcol por hacer campaña para sacarla de LCDLF
Alana Flores desmiente rumores de fotos íntimas filtradas
“Esa imagen no es real. Nunca me la tomaron y nunca pasó”. Así lo afirmó Alana en un video publicado en sus redes, donde rompió el silencio con voz quebrada y mirada firme. Leyendo un comunicado escrito por ella misma, la joven fue enfática en negar la veracidad del contenido.
“No tengo fotos ni videos haciendo actos sexuales. No tengo fotos desnuda. Y tampoco tengo ni he tenido OnlyFans o algo por el estilo”, dijo.
Más allá de la indignación, la influencer confesó que la situación ha comenzado a afectarla físicamente. “Esto es algo que me ha comenzado a repercutir en la salud hasta de manera física”, declaró, señalando que incluso ha tenido que acudir al hospital.
En cuanto a lo emocional, describió su experiencia como un “círculo de odio que no llega a un fin nunca”.
Junto a la imagen, circula un video en el que supuestamente Alana habla sobre los cambios en su cuerpo por el consumo de creatina. Sin embargo, expertos y usuarios notaron inmediatamente varias anomalías: la voz tiene un tono robótico, los movimientos faciales no coinciden con el audio y hay errores de sincronización labial.
Esto sugiere que el clip fue creado mediante técnicas de ‘deepfake’, una tecnología que permite clonar voces y gestos a partir de registros públicos de una persona.
Además de enfrentar esta situación legal y mediática, Alana sigue adelante con su vida. Como atleta amateur, tiene programados dos combates de boxeo en las próximas semanas. Y como figura pública, ha recibido el respaldo de miles de seguidores que condenan este tipo de prácticas y la animan a no ceder ante el acoso digital.
Su caso se suma a una creciente lista de mujeres—muchas de ellas influencers, actrices o streamers—que han sido blanco de agresiones similares. La falta de regulaciones claras frente a la manipulación con IA y la viralidad tóxica de redes como X o TikTok hacen que el problema solo se expanda.
¿Westcol es el de los videos íntimos de Alana Flores?
Uno de los elementos que más amplificó el escándalo fue la presunta participación del streamer colombiano Westcol en el video falso.
Muchos usuarios aseguraron en redes que él era el hombre que aparecía teniendo relaciones sexuales con Alana. Su respuesta no tardó en llegar: fiel a su estilo provocador, Westcol se burló de la situación en una transmisión en vivo. Lea: Westcol habla del embarazo de Aída Victoria: “Me pone feliz”
“Cuando me dijeron disque si el del video era yo, dije: ‘¡Ja! Gracias, ya quisiera yo tener la VERG* así de GRANDE’”, comentó entre risas.
Aunque negó cualquier implicación, su tono dejó en evidencia la trivialización con la que algunas figuras públicas aún abordan este tipo de agresiones digitales, sin considerar el daño emocional que representan para las víctimas.