La creadora de contenido sobre belleza Valéria Pantoja, de 30 años, falleció el pasado fin de semana. CNN Brasil compartió que el suceso ocurrió el domingo 4 de mayo.
La pareja de Pantoja y sus familiares confirmaron la trágica noticia de su deceso a través de las redes sociales. Los seguidores de la influencer brasileña, sorprendidos, compartieron sus condolencias a sus seres queridos.
“Es con profunda tristeza que les informamos sobre la muerte de Valéria Pantoja. Era una persona muy amada y que deja muchas memorias que reconfortarán al corazón. Que Dios le dé fuerza a la familia y amigos en este momento difícil”, detallaron los familiares.
Por otro lado, la cuñada de Valéria utilizó las redes sociales para desmentir los rumores que se habían generado tras el fallecimiento de la creadora de contenido, quien también era especialista en tratamientos estéticos. La influencer se sometió recientemente a una cirugía para bajar de peso.
“¡Ella no se quitó la vida! ¡No se cayó de las escaleras! ¡Aún no sabemos la causa, solo lo sabremos después de la autopsia! Se estaba recuperando de una cirugía bariátrica, estaba muy débil, se empezó a sentir mal al amanecer y acabó sin vida en el hospital. ¡Dejen de esparcir mentiras!”, se comentó.
Su pareja sentimental, João Júnior, compartió sentidas palabras tras confirmarse la noticia: “Tu amor vive en nosotros”.
Valéria Pantoja tenía más de 120.000 seguidores en Instagram.
Los riesgos detrás del bisturí: cirugías estéticas y para bajar de peso
En la búsqueda de una figura ideal o una transformación física acelerada, cada vez más personas recurren a cirugías estéticas y procedimientos para perder peso. Sin embargo, expertos advierten que estas intervenciones pueden representar serios riesgos para la salud e incluso la vida.
Según cifras de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (ISAPS), América Latina se encuentra entre las regiones con mayor demanda de procedimientos como liposucción, abdominoplastia y manga gástrica. La presión social, los estereotipos de belleza difundidos en redes sociales y la promesa de resultados rápidos han impulsado esta tendencia.

En el caso de las cirugías bariátricas, utilizadas para tratar la obesidad, los peligros también son reales. Aunque pueden salvar vidas en casos extremos, requieren seguimiento médico de por vida, cambios drásticos en la alimentación y control psicológico.
Uno de los mayores riesgos es la banalización del bisturí. Las redes sociales han normalizado los cambios radicales sin mostrar los procesos de recuperación, los efectos secundarios o las complicaciones postoperatorias. Esto ha generado una percepción errónea de que son procedimientos seguros, rápidos y sin mayores consecuencias.