Harvey Weinstein, el exproductor de cine cuyo historial de abusos desencadenó el movimiento global #MeToo, enfrenta esta semana un nuevo juicio penal en Manhattan, donde una de sus denunciantes más visibles, Miriam Haley, volvió a testificar sobre la agresión sexual que asegura haber sufrido en 2006.

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El UniversalHaley, exasistente de producción en el reality Project Runway, ya había sido parte clave del primer juicio contra Weinstein, en el que el productor fue condenado en 2020 a 23 años de prisión. Aquella sentencia fue revocada el año pasado por un tribunal de apelaciones debido a irregularidades procesales, lo que obligó a reabrir el caso en un nuevo proceso judicial. Lea también: Harvey Weinstein afrontará un nuevo juicio por delitos sexuales en septiembre
Durante su testimonio, Haley identificó a Weinstein en la sala del tribunal como “el hombre del traje azul o negro” y recordó cómo conoció al entonces poderoso productor en 2004, durante una fiesta posterior al estreno de The Aviator en Reino Unido. Según su relato, en junio de 2006, Weinstein la forzó a mantener sexo oral en su apartamento de Manhattan, pese a sus súplicas y resistencia física.
“No, por favor, no hagas esto, no quiero”, fueron algunas de las palabras que, según Haley, expresó en el momento de la agresión, sin que eso detuviera al acusado. El testimonio fue escuchado con atención por la defensa, que examinó posibles inconsistencias con lo dicho por la denunciante en el juicio de 2020, con el objetivo de restarle credibilidad.
También se presentó como testigo Elizabeth Entin, excompañera de piso y amiga cercana de Haley, quien dijo haber visto el profundo impacto emocional que la agresión tuvo en ella. “Parecía conmocionada. Le dije que eso parecía una violación y que debía llamar a un abogado”, declaró Entin ante el jurado. Lea también: Harvey Weinstein en urgencia de un hospital en New York, ¿qué le pasó?
Este nuevo juicio en Nueva York reúne las acusaciones de tres mujeres: Miriam Haley, Jessica Mann —una aspirante a actriz que denuncia haber sido violada por Weinstein en 2013— y la exmodelo Kaja Sokola, quien alega un ataque similar en 2006. Los tres testimonios forman parte de un proceso conjunto, que busca determinar la culpabilidad del exproductor de 73 años por múltiples delitos sexuales.
La reapertura del caso ha renovado la atención mediática y social sobre el papel de la justicia en crímenes de violencia sexual en el ámbito del poder y el espectáculo. Weinstein, quien también cumple una condena de 16 años en California por otros delitos similares, se ha declarado inocente de todos los cargos.