El mundo de las redes sociales llora el fallecimiento de Dominique McShain, la reconocida influencer de Nueva Zelanda. La noticia fue confirmada en las últimas horas, luego de que la joven luchara hasta su último aliento contra un fuerte cáncer colorrectal. Tenía apenas 21 años.
Desde el momento en que recibió el diagnóstico, en abril de 2024, la creadora de contenido decidió documentar su lucha contra la enfermedad a través de sus redes sociales, para así mantener a sus seguidores al tanto de los avances en su estado de salud.
“Recientemente me diagnosticaron cáncer de colon incurable que ha hecho metástasis significativamente en mi hígado. El equipo de oncólogos del Hospital Christchurch ha estimado que viviré solo de uno a cinco años a partir de ahora, incluso con el tratamiento que comenzó hoy”, compartió en sus redes en el mes de abril del año pasado.
Ante el avanzado estado de su cáncer, se casó el 7 de diciembre de 2024. Para ella, era importante vivir contra el tiempo.
En los primeros meses de este año, publicó una sentida carta en sus redes sociales, revelando que estaba viviendo la última etapa de su vida y que su cuerpo ya no respondía a los tratamientos.
Dominique McShain conmovió al mundo con su lucha contra el cáncer
“A mis queridos amigos y familiares. Quiero ser directa con todos ustedes: esta será mi última actualización sobre mi viaje contra el cáncer hasta que fallezca. Recientemente me dieron un pronóstico de solo unos días a unas pocas semanas de vida. Mi hígado está fallando rápidamente hasta el punto de la ictericia y el cáncer está progresando rápidamente. Debido a esto, ya no puedo recibir ningún tratamiento, incluida la quimioterapia que he estado recibiendo durante 7 meses del año pasado”, detalló antes de su deceso.

A través de sus redes sociales, en las que compartía momentos especiales de su vida, expresó una profunda reflexión sobre la etapa que estaba atravesando:
“En este punto, he hecho la transición a la atención al final de mi vida, centrándome en el alivio del dolor y el manejo de los efectos secundarios. Mi vida puede ser corta, pero realmente creo que he exprimido todo de ella. Gané la lotería con una familia que me ama incondicionalmente, amigos que me donaron un hígado o harían cualquier cosa que pudieran, y el marido más dulce, que ha sido mi roca a través de todo, antes y después de mi diagnóstico. Cada visita al médico, cada mala noticia, me ha insensibilizado a gran parte del dolor, pero en el proceso, he encontrado la paz al saber que hay algo más esperándome al otro lado”.
Añadió: “El cielo será un lugar de paz, donde mi cuerpo ya no esté roto o lleno de cáncer. Y me reuniré con mis seres queridos, personas que he conocido y aquellos que aún no he tenido la oportunidad de conocer. Sobre todo, estaré en presencia de Jesús. La idea de ser libre, en reposo y saludable de nuevo, eso me trae mucho consuelo”.
Aseguró sentirse en paz y tranquila por lo vivido. “Aunque me dolerá dejarlos a todos atrás, por favor, sepan que finalmente estaré fuera del dolor y en paz. Por favor, nunca olviden que siempre los amaré mucho a todos y estaré eternamente agradecida por el papel que cada uno de ustedes ha jugado en mi vida”.