Hay luto en la televisión mexicana tras confirmarse la pérdida de Carlos Amador López, recordado por su participación en telenovelas como “El privilegio de amar” y Entre el amor y el odio. El célebre actor falleció este lunes a los 82 años.
La noticia fue dada a conocer por la Asociación Nacional de Intérpretes (ANDI), que le dedicó un emotivo mensaje de despedida en redes sociales:
“La Asociación Nacional de Intérpretes comunica el sensible fallecimiento de nuestro socio e intérprete Carlos Amador López. A sus familiares y amigos mandamos nuestras más sinceras y sentidas condolencias. Descanse en paz.”
Las causas del deceso y demás detalles, como el lugar donde se realizarán los servicios fúnebres, no han sido divulgados.
Carlos Amador López era hijo de la primera actriz Marga López, figura emblemática del cine de oro mexicano y reconocida por cintas como El libro de piedra y Hasta el viento tiene miedo. Según registra El Universal de México, aunque inicialmente optó por estudiar Derecho, abandonó la carrera para seguir los pasos de su madre en el mundo de la actuación.
Debutó artísticamente en los años 60, en la telenovela Juventud son ley, donde no solo compartió créditos con su madre, sino también con figuras como Kitty de Hoyos, Columba Domínguez y Fernando Luján.

Logró construir una carrera discreta pero constante, participando en más de una decena de grandes producciones, entre las que destacan La Rosa de Guadalupe, Mujer, casos de la vida real, Amor real, Abrázame muy fuerte y Aventuras en el tiempo, solo por mencionar algunas.
‘El privilegio de amar’, un clásico de las telenovelas mexicanas
El 27 de julio de 1998 se estrenó la telenovela ‘El privilegio de amar’, una historia que ha sido catalogada como un “clásico” de las novelas mexicanas.
La historia, protagonizada por Adela Noriega y René Strickler, presenta a Luciana, una mujer que se enamora del hijo de su patrona Juan de la Cruz, quien es seminarista, el amor surge entre ellos y se entregan, teniendo como consecuencia un embarazo por el cual ella es despedida y en una situación complicada. Al nacer su hija la deja a las puertas de una casa rica para que no muera, pero ahí la llevan a un orfanato donde le dan el nombre de Cristina, con el tiempo sus caminos se vuelven a cruzar, pero no les será fácil reconocerse.
La novela se transmitió por el Canal de las Estrellas con gran aceptación.