La muerte del papa Francisco ha resonado profundamente en el corazón del mundo, especialmente en América Latina, donde su figura fue más que la de un líder religioso: fue la de un guía espiritual, un símbolo de reconciliación, y un “abuelito espiritual”, como lo describió la humorista colombiana Liss Pereira tras su fallecimiento.
Su legado, marcado por un firme compromiso con la justicia social, el diálogo interreligioso y la defensa de los más vulnerables, dejó una huella imborrable también en Colombia, un país con el que cultivó lazos entrañables durante su pontificado.
Uno de esos vínculos se dio en junio de 2024, durante uno de los últimos encuentros públicos del pontífice con figuras del mundo del entretenimiento, el papa Francisco se reunió en el Vaticano con más de 107 humoristas y actores de todo el mundo. Lea: Carla Giraldo revive su “pelea” con Liss Pereira en MasterChefLa humorista colombiana Liss Pereira tuvo un encuentro especial con el Papa Franciso
La lista incluía nombres de peso como Whoopi Goldberg, Florinda Meza, Chris Rock, Jimmy Fallon, Julia Louis-Dreyfus, Stephen Merchant y Silvio Orlando. Y entre ellos, también brilló una voz colombiana: la de la cucuteña Liss Pereira.
“Yo recibí la invitación por correo en abril y yo tenía como dudas. Le decía a mi mánager: ‘revisemos bien’, y ella me decía que era en serio. Es una invitación preciosa, me siento honrada de estar acá”, contó la humorista en diálogo con Show Caracol.
La cita, promovida por el Vaticano para “celebrar la belleza de la diversidad humana y promover un mensaje de paz, amor y solidaridad”, fue un espacio insólito de encuentro entre risas y fe. El papa Francisco, fiel a su estilo afable, decidió improvisar en vez de leer un discurso oficial: “En lugar de leer mi discurso, simplemente haré esto”, dijo el pontífice de 87 años mientras se metía el pulgar en la oreja y movía los dedos, provocando una ola de carcajadas entre los presentes.
El momento fue aún más memorable para Pereira, quien quiso llevar un pedacito de Latinoamérica al corazón de Roma: un banderín del Club San Lorenzo de Almagro, el equipo de fútbol argentino del que Francisco era ferviente hincha. “Yo con mi ruralidad definitivamente le llevé un banderín del San Lorenzo, que es el equipo que a él le gusta y a mí me gusta mucho el fútbol. Una amiga que venía de Argentina me lo trajo para que yo se lo entregara, es de unos padres, ellos lo hicieron. Cuando se lo entregué rápidamente le conté la historia”, relató emocionada.
En su cuenta de Instagram, la comediante compartió lo vivido con la naturalidad y el humor que la caracterizan: “Si señores, ESTO PASÓ. He llorado como 5 veces hoy ejjejeje. LA HISTORIA: fue un día increíble que comenzó muy a las 6 am, ya les haré un video con lo demás, pero el evento máximo por el que con mi mamá nos vinimos hasta por acá fue por este saludo y por compartir cosas que nunca en mis mejores sueños habría imaginado. Por supuesto se me salió el folklore y le llevé de regalo, un banderín del San Lorenzo, el equipo del PAPA, hecho por curas argentinos que me trajo mi amiga Adri para traerle a él hasta acá. Se lo di, le conté la historia y sonrió lo más de lindo y dijo ‘queeee bueeeeno’ en su acento argentino, con su carácter bonito. Sonrió y yo no supe qué hacer con las manos, casi le zampo un abrazo de los nervios y sí señores, ¡ESTO PASÓ! Y que independiente de creencias, no se puede negar que este señor es un lindo.”
La imagen del papa Francisco sonriendo ante ese pequeño y simbólico regalo de una colombiana lo resume todo: humanidad, cercanía y calidez. Tal vez por eso, la noticia de su muerte tocó una fibra muy personal en Liss Pereira: “Yo no pensaba que iba a estar tan triste, pero se murió y es como si fuera un familiar muy cercano, un abuelito espiritual”. Lea: “Cansada de la burlita”, así está Liss Pereira en MasterChef
Durante su papado, Francisco mostró un afecto especial por Colombia. Su histórica visita en 2017 fue leída como un respaldo moral al proceso de paz con las FARC. De hecho, según reveló El País de España, su intervención fue más profunda de lo que parecía: a través de cartas privadas y enviados confidenciales, el papa ejerció una diplomacia silenciosa que ayudó a suavizar tensiones y fomentar el diálogo entre sectores enfrentados. Lea: ‘MasterChef’: el gesto de Liss que fue de mal gusto para Carla
Hoy, mientras el mundo llora su partida, millones recuerdan a Jorge Mario Bergoglio no solo como el primer papa latinoamericano, sino como un líder que supo hacer del amor, la risa y la humildad su camino de fe. En el recuerdo quedará esa imagen de una comediante colombiana entregándole con manos temblorosas un banderín de fútbol, y a él respondiendo con una sonrisa ancha y un “¡qué bueno!”, como quien recibe el más simple y más profundo de los regalos.