El 7 de marzo de 1999, Colombia despertó con una noticia que estremeció al mundo del vallenato y al país entero: Juan Pablo Oñate Palencia, hijo del reconocido cantante Jorge Oñate, fue asesinado en circunstancias trágicas en Pamplona, Norte de Santander.
El Universal cubrió en detalle el fatídico suceso, proporcionando información clave sobre los hechos ocurridos en una vivienda ubicada frente a la capilla del Señor del Humilladero. Según el informe de la Policía, el crimen tuvo lugar a las 7:15 de la noche, cuando Juan Pablo y su primo compartían la cena en la pensión que habían alquilado mientras adelantaban sus estudios en la Universidad de Pamplona. En ese momento, Cipriano Sandoval Bermúdez, un expolicía de 43 años, llegó en estado de embriaguez y, tras una acalorada discusión con su esposa Elvia Roballo, desató la tragedia.

El hombre, cegado por la ira, golpeó a su esposa y luego sacó un arma de fuego, disparando sin mediar palabras en el comedor. Juan Pablo recibió dos impactos de bala que acabaron con su vida en el acto, mientras que la mujer resultó gravemente herida. Segundos después, el hombre se suicidó con la misma arma en la cocina de la vivienda. A pesar del caos, los acompañantes del joven salieron ilesos del ataque.
Así cubrió El Universal la trágica muerte del hijo de Jorge Oñate
La cobertura de El Universal destacó la reacción de la comunidad ante la tragedia. Los vecinos señalaron que el expolicía tenía antecedentes de violencia cuando ingería alcohol y solía hacer disparos al aire, lo que hizo que los primeros tiros no llamaran la atención de los habitantes del sector.
La iglesia San Agatón y el mismo cementerio municipal de Sampués resultaron insuficientes para albergar a los amigos y familiares de Juan Pablo Oñate”.
El Universal.
En la edición del periódico impreso del 7 de marzo, el periodista Juan José Verbel lo registró así:
“El hijo del cantante vallenato Jorge Oñate, recibió un impacto de bala en la cabeza que le cegó la vida en forma instantánea, la esposa del homicida falleció en una clínica de la ciudad de Pamplona víctima de dos impactos de bala. El cadáver de Oñate Palencia fue encontrado en la sala de la pensión y el del expolicía en la cocina de la misma, las autoridades manejan la hipótesis de que el crimen pudo ser pasional.

Según se pudo establecer los hechos ocurrieron aproximadamente a las 6 y 30 minutos de la tarde del viernes, familiares de la víctima revelaron que el expolicía estaba en estado de embriaguez y que siempre que llegaba borracho hacía disparos al aire, intimidando a los inquilinos”.
El dolor de la familia Oñate quedó registrado en la crónica publicada por el diario el 8 de marzo. La imagen de Jorge Oñate despidiendo a su hijo en Sampués con la canción “Mi gran amigo” conmovió a los lectores. La iglesia San Agatón y el cementerio municipal fueron testigos del multitudinario adiós, marcado por el llanto y la impotencia de familiares y amigos. Tristemente, Juan Pablo, de apenas 24 años, no alcanzó a conocer a su primer hijo, quien nacería en menos de un mes.
“La iglesia San Agatón y el mismo cementerio municipal de Sampués resultaron insuficientes para albergar a los amigos y familiares de Juan Pablo Oñate Palencia, quienes iban a darle el último adiós. Juan Pablo debía regresar a su pueblo el próximo miércoles, al culminar el sexto semestre de Licenciatura en Educación Física” se lee en la edición impresa de ese fatídico día.