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Farándula

Neotrópico: la banda popular de Cartagena se reencuentra 20 años después

La banda que enamoró a Cartagena de Indias en los 2000 vuelve con fuerza para encontrarse con su público.

Neotrópico: la banda popular de Cartagena se reencuentra 20 años después

Neotrópico enamoró a toda una generación con sus canciones románticas. //Foto: Julio Castaño- El Universal.

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Llegaron con un álbum en las manos como quien quiere dar vida al pasado con un puñado de recuerdos. Lo abrieron y empezaron a recorrer con los dedos, uno a uno, cada titular del periódico que hacía referencia a ellos. Se ríen y bromean porque han pasado más de veinte años desde entonces y aunque no hay huella de aquella juventud emancipada, permanece aún intacto el buen sentido del humor y la amistad.

Ellos son Mario, Marco, Roberto, Jesús, José y Sebas, pero responden más fácil cuando los relacionan con Neotrópico, la banda de la que hicieron parte y cuyos recuerdos son hoy oro puro, instantes del ayer que pasaron a la historia como el sueño de un grupo de jóvenes por la música y que se cumplió.

“Éramos unos pelaos”

Quienes se enamoraron en la década del 2000 en Cartagena de Indias probablemente hayan conquistado un amor con canciones como ‘Pedacito de cielo’ o ‘Sube y baja’, que si para algunos no suena similar basta con corear “Un pedacito de cielo, una gotica de mar, una promesa eterna, mil besos al despertar, el sol que baila en tu cuerpo, la luna en tu mirar”, una de las canciones más escuchadas por aquellas noches que eran acompañadas por Radio Tiempo, la emisora de los románticos.

Aquellos años fueron para Neotrópico vivir en un constante sueño. Ninguno se imaginó que la idea idealista de vivir de la música se convirtiera en una realidad tan palpable. Recuerdan el primer escenario, la primera vez que tocaron con la punta de los dedos la fama y la emoción de presentarse en lugares tan grandes como la Plaza de Toros. “Era muy sorprendente estar frente a tanta gente y que corearan las canciones”, dice Mario Evans, el director musical y uno de los pioneros de la banda que empezó a sonar en el 2003.

La banda Neotrópico se hizo popular en los 2000. //Foto: archivo El Universal.
La banda Neotrópico se hizo popular en los 2000. //Foto: archivo El Universal.

Quienes vivieron los años de adolescencia escuchando sus canciones los recuerdan con la nostalgia del colegio, pues la banda solía presentarse en eventos estudiantiles gracias al apoyo de emisoras como La Mega, Radio Tiempo y Los 40 principales, que solían organizar presentaciones en los colegios con el fin de dar a conocer los proyectos musicales que surgían en la ciudad. Apenas la banda interpretaba alguna de sus canciones más conocidas, una manada de estudiantes jóvenes aplaudía con efusividad y coreaba las letras que hoy por hoy aún se escuchan en lugares específicos.

A Marco Antonio Pérez, guitarrista, lo marcó mucho el hecho de que los empezaran a reconocer en la calle. Era como si todo lo que habían soñado algún día hubiese llegado sin previo aviso. Empezaron a presentarse en La Castellana, Los Ejecutivos, La Plazuela y en algunos otros eventos culturales a los que eran invitados. De alguna manera Neotrópico pisaba fuerte con el tropipop, aquel género musical que unía la sabrosura con el romance y que convertía las canciones amorosas en bailables. Además, para aquella época resultaba casi sorprendente que un grupo de amigos le apostara a la música caribeña pero que lucieran como toda una banda de rock. Cabellos por debajo del hombro, sombreros, camisas mangas largas, pantalones anchos y acompañados por guitarras eléctricas en casi todas las fotos.

Mirando al pasado

“Esa fue la misma época en la que estaban Cuarto Aparte, Latin Dream, Two flow y Dragón y Caballero”, mencionó Mario. Dúos y agrupaciones que llegaron al estrellato gracias a la apuesta de las emisoras por promover el talento local no solo con canciones al aire sino en eventos gratuitos para los cartageneros que, dada la inexistencia de las redes sociales, conocían por primera vez a sus artistas favoritos gracias a estos espacios.

En la historia de Neotrópico llegó un momento en el que el proyecto empezaba a consolidarse de tal manera que ya les era necesario irse a vivir a Bogotá para contactar con productores y personas interesadas en promover sus carreras. Recuerdan que Bogotá los recibió con los brazos abiertos, pues rápidamente hicieron amigos rolos que los apoyaron en su sueño de la música. “Cuando decidimos irnos a Bogotá pensamos ‘bueno, nos vamos a ir allá pero no tenemos nada, no sabemos qué va a pasar, tenemos que alquilar una casa. Entonces lo que hicimos fue que ahorramos y aparte una persona de acá de Cartagena nos apoyó muchísimo y nos dijo “yo les voy a apoyar y ustedes me van a pagar con presentaciones”, recuerdan.

Un día antes del viaje a Bogotá se presentaron en la Plaza de Toros, un concierto que dividió su historia en dos porque apenas en ese momento descubrieron lo mucho que se había crecido el proyecto. “Nosotros la estábamos luchando tanto que no sabíamos que la cosa iba creciendo. Ese día salimos al escenario y yo fui el primero en salir porque yo iba para la batería. Cuando yo salgo, que era el más maluco, la gente empieza a gritar nuestros nombres y todo”, recordó con nostalgia José Grey, baterista de la banda.

El regreso

A pesar de que con el tiempo, cada uno siguió el camino que la vida les tenía destinado, a este grupo de amigos los sigue uniendo la pasión por la música. Tanto que, después de muchos de sus fanáticos lo pidieran, confirmaron su regreso. Con canciones como ‘Enfermo terminal’ y ‘Mi consentida’, este grupo de amigos y músicos quiere reencontrase, no entre ellos, sino con todos aquellos que se enamoraron con sus canciones, jóvenes que hoy probablemente ya sean papás y mamás. La banda que marcó a una generación en Cartagena volvió para quedarse.

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