Todo el que trabaja cerca de Variel Sánchez habla bien de él. “Es un personaje”, sentencian cuando se trata de definirlo en una palabra. Variel es un bogotano rancio. Nació en la fría capital en 1989 y, desde que tiene uso de razón, su familia ha estado vinculada a la televisión, algo natural siendo hijo de Julio Sánchez Coccaro y nieto de Omar Sánchez, dos grandes de la televisión colombiana.
“Venimos de una familia que ha estado metida en la televisión hace más de 100 años; ya conmigo son 120 años, más o menos de historia en la televisión”. Su historia comienza en el Teatro Nacional, el principal recinto de las artes escénicas de Bogotá y el lugar en el que tanto se divirtió cuando apenas era un niño. Cuenta Variel que la ruta escolar lo dejaba ahí, en toda la entrada del teatro, lugar en el que su familia trabajaba. “Me metía a los camerinos, saludaba a Fanny (fundadora), (...) a mí me dejaban en una esquinita en el teatro para que hiciera las tareas con mis hermanos”. En esas tardes de eternas funciones, Variel, además de cumplir con las tareas del colegio, observaba cada una de las obras y memorizaba los diálogos, lo que le dio a su padre la motivación para involucrarlo en ese mundo cuando apenas sabía hablar.
“Mi primer contacto real con la tele fue cuando tenía cinco años. En ese entonces Kepa Amuchastegui dirigía una telenovela así que le dijeron a mi papá que necesitaban un niño que hiciera del chiquito, era una escena de un día rodado”. Ese se convirtió en su primer recuerdo como actor, especialmente porque al ser tan delgado tuvieron que amarrarle cintas al cuerpo para ajustar los micrófonos, “pero yo tenía muchas ganas de ir al baño”, recuerda en medio de risas. Lea también: Variel Sánchez casi deja la actuación por amor: “Hubiera sido un error”

Seguir el legado y hacer un propio camino
Variel tiene recuerdos borrosos en los estudios de RCN y Caracol, lugares a los que llegó cuando apenas era un niño y que rápidamente se convirtieron en parte de su entorno natural. A pesar de que no tuvo mucho tiempo para relacionarse con su abuelo, reconoce que ha podido conocerlo más por los papeles que desempeñó en la pantalla: " Yo empiezo a reconocerlo también es porque me aparece en Señal Colombia, en el Canal Capital, aparecía en novelas de hace 60, 50 años. Es muy loco porque yo estaba sentado y de repente salía mi abuelo en la televisión”.
A pesar de compartir la misma industria, Variel y su padre nunca permitieron que el ego o la competencia afectaran su relación. Cuando conversan, no lo hacen como actores, sino como padre e hijo. “Nunca hubo competencia ni presión de ‘tienes que ser mejor que yo’ ni nada por el estilo. Siempre nos han dado libertad para ser nosotros mismos, tanto mi papá como mi mamá. Somos una familia colombiana común y corriente”. Lea también: Variel Sánchez habla sobre su nueva película ‘El rey de la montaña’
Una familia con tres generaciones en la televisión y que no se siente “famosa”. “Yo pienso que nosotros no somos famosos; famosos Brad Pitt o Shakira, personas que no pueden salir a la calle. Nosotros somos reconocidos por nuestro trabajo”. Para Variel, la clave para mantener los pies en la tierra es ver la actuación como un oficio más. “Este es mi trabajo, como el de alguien que va a una oficina, un médico que atiende en una clínica o un arquitecto que diseña una obra. Para mí, es algo completamente normal”, afirma.
Esto es tener éxito
Para el actor que encarna a Brayan Galindo en la popular serie ‘Nuevo rico, nuevo pobre’, el éxito es un compendio de varios factores pero principalmente tiene que ver con “el tiempo que tengo para hacer las cosas que me gustan”.
Variel reconoce que si bien ha logrado posicionarse en la televisión, su éxito es gracias también a que ha diversificado su talento: “Yo no me quedé con una sola faceta. Soy actor de teatro, de televisión, de cine. Pero también soy creador de contenido, si hay que hacer una charla la hago, soy speaker, presento eventos. Me ramifiqué mucho, entonces sale mucho trabajo”.
Sí algo define a Variel es el desparpajo. Es un mamador de gallo por naturaleza, un auténtico optimista y un convencido de que la abundancia proviene de la confianza. “Cuando tú todo el tiempo estás reclamando y estás renegando sobre las cosas, “Ay, es que yo quisiera eso, es que yo quisiera lo otro” no vas a tener abundancia. Mi filosofía es que yo en este momento tengo todo lo que necesito y soy rico porque tengo tiempo”, reflexiona.
Variel Sánchez está casado con Estefanía Godoy, con quien comparte la alegría de ser padre de Valentín y Ramón. Sus hijos son su mayor motor y la razón por la que cada día se levanta con entusiasmo para trabajar. “Ellos son lo más lindo que tengo en la vida”, dice. Sin embargo, si en el futuro deciden seguir sus pasos en la actuación, espera que lo hagan cuando sean mayores, sin exponerlos a la presión del medio en una etapa en la que solo deberían preocuparse por ser niños.
Variel vive con su familia en una casa en el campo, el lugar donde más disfruta la vida, aparte de un set de grabación. Para él, no hay nada mejor que compartir momentos con su esposa e hijos, pero también valora profundamente la amistad. Entre sus grandes amigos están Tatán Mejía y Maleja Restrepo, una de las parejas más queridas en redes sociales. “Me encanta compartir con ellos porque son unos genios, me gusta rodearme de personas así”, confiesa.