David Polanía es el hijo menor de la humorista colombiana, Fabiola Posada, fruto de su matrimonio con Nelson Polanía, mejor conocido como ‘Polilla’. Tras varias semanas de inactividad, David reapareció en sus redes sociales con una emotiva reflexión en la que compartió con sus seguidores cómo ha sido su proceso de duelo, exactamente dos meses después del fallecimiento de su madre.
‘La Gorda Fabiola’ falleció de manera inesperada el pasado 19 de septiembre, a los 61 años, debido a complicaciones de salud derivadas de una infección que la mantuvo hospitalizada durante varios días antes de su partida. Esta pérdida repentina representó un duro golpe para todo el país, la industria del entretenimiento colombiano y, sobre todo, su familia: su esposo, sus hijos y especialmente David, con quien mantenía una relación muy cercana.
A sus 23 años, David ha compartido en varias ocasiones mensajes cargados de emoción desde la muerte de su madre. También ha brindado entrevistas donde relata anécdotas que reflejan el gran amor y apoyo que recibió de ella, especialmente durante su proceso de aceptación como miembro de la comunidad LGBTIQ+. No obstante, el también creador de contenido había permanecido inactivo en redes sociales por algunas semanas, hasta que el pasado 19 de noviembre, exactamente dos meses después de la partida de ‘La Gorda’, volvió con una nueva reflexión sobre su duelo. Lea: Gorda Fabiola: el último mensaje de cumpleaños que le escribió su hijo

“Dicen que uno de los actos de amor más grandes es “soltar, dejar ir”; pero nadie habla de lo complejo que es hacerlo. Un amor que perduró casi una vida entera no es fácil de soltar, menos cuando el día a día estaba lleno de sus carcajadas, aromas, sabores y esencia. Me atrevería a decir que, en esta situación, es muy fácil caer en la negación. Sin embargo, la realidad impacta al sentir su vacío físico del día a día, al faltar aquel cuerpo que luzca sus prendas y/o contemplar el altar acompañado de un cofre caoba donde restan sus cenizas. Ese es el golpe más doloroso del mundo”, escribió a través de su cuenta de Instagram. Lea: La dura experiencia que impulsó a La Gorda Fabiola a la lucha LGTBIQ
Polanía añadió: “Aquí surge un dilema: seguir lamentando el fallecimiento del ser amado, o empezar a soltar. Sinceramente ambas decisiones muy dolorosas: la primera implica revivir emociones fuertes y desencadenar culpas y traumas; la segunda implica aceptación y una reconstrucción de la vida entera (ahora sin aquello que se dejó ir). La decisión tomada varía de acuerdo a los procesos personales de cada quien, no hay límite de tiempo aquí. En mi caso particular, tomó dos meses empezar a aceptar y reconstruir mis planes de vida ahora sin mi mamá en este plano, una elección que ha costado largas reflexiones, lágrimas y mucha berraquera. Pese a todo, ha sido lo que he encontrado más apropiado para mí.”. Lea: Hija de ‘La Gorda Fabiola’ denunció falta de respeto en la cámara ardiente
Y finalmente concluye: “Mentiría si digo que ahora en mi presente todo está color de rosa, pues reconozco que mi proceso continuará: aún hay asuntos por trabajar. Sin embargo, una sensación de tranquilidad ha estado presente en mi ser y he podido, progresivamente, reanudar proyectos en mi vida, ahora con mayor inspiración. Todo esto producto de una decisión tomada a mi tiempo. Así pues, empezar a “dejar ir” no es sinónimo de olvidar, menos dejar de lado una vida entera con aquel amor. Empezar a soltar es uno de los actos de amor más grandes que existe, tanto para sí mism@ como para el ser de se fue. PD: Mamita, te amaré eternamente. Espero estés orgullosa de lo que progresivamente empezaré a hacer/a ser.”.